La nueva obligatoriedad de poner en nómina la cotización a la SS de la empresa podría destapar fraudes.

Como todos deberíais saber, en el caso de los trabajadores por cuenta ajena cotizan a la SS tanto la empresa como el trabajador por varios conceptos diferentes (contingencias comunes, desempleo y formación). La cotización es un porcentaje de lo que el trabajador cobra, con un tope mensual. Estos porcentajes pueden varios pero digamos que en total son el 29,7% (empresa) y el 6,35% (trabajador) en el caso de contrato indefinido.

Pues bien, hasta ahora (hasta el 11/11/14 para ser exactos) sólo era obligatorio que la empresa indicara en las nóminas la parte de cotización del trabajador pero no la de la empresa. A pesar de ello, algunas empresas indican en la nómina también la parte de cotización de la empresa. Pero no lo hacen para acojonar al trabajador en plan "fíjate lo caro que me sales y cuidao con lo que haces que te vas a la puta calle por menos de na". No hombre no. Lo hacen en su afán de mantener informado al trabajador y por ello son también centenares de trillones las empresas que indican en sus nóminas los beneficios del último mes, el sueldo de los dueños y directivos, el porcentaje real final de impuestos que pagan, etc. etc.

Pero desde el 12/11/14 todas las empresas también tendrán que incluir obligatoriamente la parte empresarial de cotización a la SS en todas sus nóminas. Tendrán de plazo para adaptarse hasta el 12/5/15. Es decir que como muy tarde la nómina de mayo del 15 de todo el mundo ya tendrá que indicar estas cotizaciones empresariales. Mucho ojo: no sólo indicar la base de cotización y porcentaje sino indicar realmente la cantidad cotizada cada mes.

¿Y entonces qué pasa? ¿Es qué afecta al trabajador? Por un lado está muy bien que todos sepáis el dinero que la empresa se gasta en ese dispendio total que es la SS que no sirve nada más que para mantener a vagos y a médicos mariquitas.

Por ejemplo, los trabajadores que cobran un salario anual bruto de 10.000€ tienen que saber que su empresa paga 2970€ anuales de cotización. Si le sumamos los 635€ que paga el trabajador tenemos que la SS está cobrando en total 3605€ al año.

Nada menos que 300€ al mes. Una auténtica barbaridad si tenemos en cuenta que con ella se pagan estupideces tales como la atención sanitaria para los trabajadores y toda su familia, las bajas por enfermedad, las pensiones de incapacidad, las bajas por embarazo de riesgo, los permisos de maternidad y paternidad, las ayudas por cuidado de hijos menores afectados por enfermedades graves y algunas cosillas más sin importancia como las pensiones de jubilación. Todo mariconadas de progres. Así que es bueno que el trabajador que tenga la suerte de que un empresaurio le saque de la calle y le pague la cantidad extratosférica de 10.000€ anuales sepa que además la empresa paga otros 2970€ anuales a la SS por fruslerías.

Pero claro, indicar las cantidades exactas de cotización a la SS de la empresa también podría tener las que podríamos llamar "consecuencias inesperadas". Podría servir para que algunos trabajadores, de esos rojos que se leen las nóminas y los contratos, se enteren de que a lo mejor su empresa cotiza mucho menos de lo esperado o incluso nada gracias a alguna de las múltiples bonificaciones.

Todas las bonificaciones están sujetas a una serie de condiciones, como causa del contrato, nº de trabajadores de la empresa, edad del trabajador, tiempo en el paro, nº de despidos previos en la empresa, etc. etc. Por tanto, las consecuencias inesperadas se podrían producir si el rojo maricón le enseñara su nómina a un sindicalista liberado pedófilo y les diera por comprobar los requisitos y por denunciar a la empresa ante la Inspección de Trabajo en caso de incumplimiento o fraude. Sobre todo teniendo en cuenta que esta denuncia la puede poner cualquier persona en cualquier momento contra cualquier empresa, sin necesidad de que sea o haya sido trabajador de la misma, y que la prescripción de las deudas ante la SS se alarga hasta los 4 años, sanciones aparte.

Por ejemplo, a ver si con la gracia va a resultar que Antonio, el ingeniero que trabaja en Madrid, se va a enterar de que la empresa constructora no paga ni un euro de cotización por él desde junio porque le cambiaron de contrato y se supone que desde junio está sustituyendo a Maripaqui, la limpiadora que trabaja en Soria, a causa de su permiso de maternidad.

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