El farol de “cuidado que cierro la empresa” o “cuidado que os echo”.

Hoy vamos a analizar la típica situación en la que el empresaurio os pide empeorar vuestra situación en supuesto beneficio de su empresa. Por ejemplo, os pide una rebaja salarial, un aumento de jornada, unas horas extras ilegales, un cambio perjudicial de horario… Con la amenaza velada o directa de que, en caso contrario, no le quedará más remedio que cerrar la empresa, o despediros a todos, o a unos cuantos, o solo a ti. Dice el empresaurio que su empresa está amenazada por la competencia, por las pérdidas, por la destrucción, por el meteorito que viene… pero que si le dais lo que pide, entonces él será el príncipe salvador sexsymbol que consiga defenderos del desempleo, porque "estamos todos en el mismo barco".

Esta amenaza la podéis haber oído los verdaderos representantes de los trabajadores en la negociación de un ERE, de un ERTE, de un convenio, o en general en cualquier proceso de negociación colectiva regulado legalmente. Pro también la podéis haber oído los trabajadores individualmente e incluso en conjunto, pero “de extranjis”, es decir fuera de esos procesos negociadores regulados. De hecho, es más habitual “de extranjis”.

Ya os imaginaréis que podría suceder que la amenaza fuera un farol. Es decir que el empresaurio en realidad no tuviera ninguna intención ni de despediros, ni menos aún de despediros a todos y muchísimo menos aún de cerrar su empresa. No solo eso, sino que tampoco pretendiera mejorar la situación de su empresa sino solo mejorar los beneficios que él saca de su empresa, que no es lo mismo. La bola de cristal está en el taller y adivinar el futuro se lo dejamos a otros; pero algunos casos cantan más que el farolero de la Puerta del Sol, que cogió la escalera, encendió el farol, pero todas las cuentas le salieron mal:

  • Que lo haga “de extranjis”. Si fuera cierto que la empresa tuviera causa legal para hacer un despido colectivo (ERE), un ERTE, una modificación colectiva perjudicial de condiciones de trabajo o alguna otra medida colectiva, no os lo pediría “de extranjis” sin iniciar el proceso legal de ERE, ERTE o lo que fuera. Todo lo contrario, iniciaría el proceso legal de consultas con los representantes de los trabajadores (negociación), porque si fuera verdad que tuviera causa no necesitaría que ese proceso terminara en acuerdo para poder aplicar la medida igualmente. Pero si no iniciara el proceso legal, no podría aplicar la medida legalmente porque entonces se la declararían nula ante cualquier demanda individual o colectiva que llegara a juicio.

  • Que pretenda que firméis modificaciones o acuerdos individuales, incluso toda la plantilla. No que firméis una notificación de que la empresa os baje el sueldo, os cambie el horario u os suba la jornada, sino un documento en el que aceptéis eso por mutuo acuerdo. Ojo, no un acuerdo colectivo tras la negociación de un ERE, ERTE o lo que sea, sino acuerdos individuales, aunque los firme toda la plantilla. Como en el caso anterior, si tuviera causa legal que le permitiera hacer lo que quiere, no necesitaría la firma de acuerdos individuales. Pero con los acuerdos individuales no tendría que pagar indemnizaciones por extinción voluntaria de contrato, que sí que tendría que pagar a los trabajadores que se fueran por haberles impuesto unilateralmente unas nuevas condiciones sustancialmente diferentes y perjudiciales.

  • Cuanto más macarra, más mentira. Por lo mismo que antes: si tuviera causa legal no necesitaría intentar asustar a nadie.

  • Que maneje dinero “negro” o en B. Si os paga una parte en B es 100% seguro que él cobra en B una parte de lo que hace. Como ya explicamos en Laboro, el B solo se paga con B, quien paga B es porque tiene B y quien tiene B es porque cobra en B. Si cobra una parte en B, las cuentas oficiales de la empresa no valen para nada. Pero sobre todo, si maneja B nunca podréis estar seguro de conservar el empleo incluso aunque le deis lo que pida, porque cobrar en B no solo sirve para no pagar impuestos, sino también para poder cerrar empresas y echar a gente incluso en empresas que van bien.

  • Que os hable de un supuesto nuevo proyecto, nuevo cliente, nuevas instalaciones o en general de la venida del profeta que salvará de la perdición a los verdaderos creyentes. Claro que podría ser verdad… o no, porque si ya tuviera ese proyecto o cliente, ya habrían desaparecido los problemas y no tendría necesidad de pedir lo que pide. Si aún no ha llegado el profeta, entonces él tampoco sabe si va a llegar o no. Para esas cosas están los créditos bancarios, que precisamente por eso se llaman "créditos". Vosotros sois trabajadores, no banqueros. Si el banco no le da el crédito será porque no cree en el profeta y entonces a lo mejor vosotros tampoco tendríais que creer y pretender ser más listos que los analistas del banco. O a lo mejor lo que quiere es que vosotros le deis un crédito no solo sin intereses, sino también sin devolución.

  • Que con vuestro simple sentido común veáis que lo que pide el empresaurio no supone aumentar los ingresos de su empresa ni mejorar su posición, sino que solo quiere que él gane más. Hemos dicho muchas veces en Laboro que no es lo mismo el dinero de la empresa que el dinero del empresaurio y que muchos ponen a la empresa en supuestas dificultades económicas permanentes porque “sacan” todo el dinero de la empresa de forma regular. Por lo que hacer ganar más a la empresa no supone necesariamente salvarla de nada.

Por supuesto, podéis tener en consideración que no es gratis ni despedir a la gente ni menos aún cerrar una empresa con empleados. No solo no es gratis desde el punto de vista económico a corto plazo, sino que menos aún es gratis a medio y largo plazo. Si echara gente o si cerrara, entonces no solo tendría que pagar indemnizaciones sino que también dejaría de ganar lo que produjeran los trabajadores despedidos y la empresa en general. Despedir es un problema grave también para la empresa. ¿Qué pasa, que os tenéis que creer que Paco va a cerrar el taller porque dice que lleva 3 años perdiendo dinero? Pues qué raro que haya estado 3 años pagando por trabajar y al mismo tiempo hayáis tenido que hacer horas extras ilegales porque no había suficientes empleados para sacar todo el trabajo. A ver si es que va a ser que nunca declara lo que pagan en metálico los clientes que no son autónomos ni empresa. A ver si es que tiene otra empresa con la que factura los ingresos pero a vosotros os tiene contratados con otra empresa a la que solo mete los gastos. Todos estos casos, y muchos más, los hemos conocido en Laboro a través del servicio de consultas laborales para trabajadores. Al final, se pueden dar las siguientes situaciones básicas:

  1. Aceptáis la rebaja y luego era todo mentira. Habéis hecho el tonto.
  2. Aceptáis la rebaja y luego era todo verdad. ¿Acaso no habríais hecho el tonto igual? ¿Acaso eso no sería que sencillamente vosotros habríais pagado el “arreglo” de la empresa pero solo el empresaurio se seguiría quedando con los beneficios? A lo mejor no, vosotros sabréis. ¿Y si se “arregla”, cuándo os va a devolver la rebaja con intereses? Pues eso.
  3. No aceptáis la rebaja y no os echa, ni cierra, ni nada de eso… A partir de ese día, cada vez que os miréis os estaréis riendo de él sin decírselo y él lo sabrá.
  4. No aceptáis la rebaja y cierra u os echa a todos o a unos cuantos. En ese caso, cobráis la indemnización de despido, la prestación de desempleo -y puede que luego el subsidio que os pueda tocar- y os vais a otra empresa que no esté en la trayectoria del meteorito; sin olvidar que tenéis el FOGASA. En el peor de los casos, que sería la insolvencia total de la empresa o concurso de acreedores, el paro y los subsidios ni los perderíais ni se reducirían y el FOGASA os pagaría la indemnización de despido y lo que se os debiera de salarios, aunque no fuera la totalidad en algunos casos.

¿Os tiene que dar pena una empresa que cierra de verdad? Pues en algunos casos sí, pero en esos casos no estaréis leyendo este artículo y no hará falta que nadie os cuente que vuestro empresario es bueno de verdad, porque eso lo sabréis vosotros de sobra y a lo mejor entonces sí que le dais la rebaja. Pero en otros casos no os tiene por qué dar ninguna pena. ¿No dicen que levantan España y se quedan con todos los beneficios porque se juegan su dinero? Pues eso, si su empresa es un casino, el que juega algunas veces gana y otras pierde. A ver si es que alguno pretende quedarse con lo que valen las naranjas solo cuando las venda, pero que cuando no las venda se las compren sus empleados.

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