Cómo sacan el dinero de las empresas y el cuento de que “no hay dinero”.

En Laboro hemos explicado varias veces que el dinero de la empresa no es el dinero del empresario, a no ser que opere solo como autónomo sin empresa, no como autónomo societario. La gran mayoría de trabajadores no estáis contratados por empresarios autónomos directamente (personas físicas), sino por empresas (personas jurídicas) o sociedades que han constituido los empresarios autónomos. Por eso, los trabajadores debéis conocer las formas que suelen usar los empresarios para sacar el dinero de sus empresas, es decir para transformar el dinero de la empresa en dinero del empresario. Sobre todo porque después puede venir la historia de que “no hay dinero” y los atrasos en las nóminas, los impagos, los despidos objetivos por causas económicas, los ERE, los ERTE, las rebajas salariales, los descuelgues de convenio…

Tenemos las siguientes formas básicas de sacar el dinero de la empresa: en B, en dividendos, en salario, en facturas ciertas o falsas y en préstamos.

En B. la forma más popular y sencilla para los empresaurios es sacar el dinero en B, porque en realidad no se saca el dinero de la empresa porque nunca llega a entrar teóricamente en la empresa. La típica empresa que dice que te pone un precio de 1.000€, pero si pides factura te lo sube a 1.210€. La típica empresa que solo admite pagos en metálico. La típica empresa que da “recibos” o tickets en los que no está el CIF de la empresa. El típico bar que renumera los tickets después de quitar los de mayor importe. La típica peluquería en la que el peluquero se guarda el dinero en el bolsillo y no tiene ni caja registradora. A veces los trabajadores no tenéis fácil saber si el empresaurio se está trincando algo en B, pero hay un truco que no falla casi nunca, por no decir nunca. El empresaurio trinca en B si a vosotros os paga una parte del salario o cualquier retribución o gasto fuera de nómina. Porque en la nómina tendría que estar todo, incluyendo los conceptos no salariales como dietas o transporte. El dinero B es la parte del dinero que la empresa cobra a sus clientes pero no lo mete ni en el banco ni menos aún en la contabilidad y por tanto no lo declara a Hacienda ni en el IVA ni en el impuesto de sociedades. Esa parte se la queda directamente el empresaurio en billetes. Con ese dinero B es con el que luego os paga los sobres, los “gastos” o lo que sea y por eso no lo mete en la nómina, porque os ha pagado con unos billetes que teóricamente nunca han existido y no quiere que haya un documento que lo pruebe. El principal mandamiento que toda "asesoría Pepe" le enseña a los nuevos empresaurios es que “lo blanco paga lo blanco y lo negro paga lo negro, nunca mezclando”. Es tan fácil como eso.

Los dividendos. Solo por ser “dueños” de la empresa, los empresarios o socios puede decidir que esta les reparta sus beneficios, incluso aunque no trabajen para la empresa.

El salario. El empresario se pone como empleado de su propia empresa y esta le paga un sueldo, de la misma forma que a vosotros. Nada limita el importe de ese sueldo ni que pueda subirse en cualquier momento. Pero la legislación no siempre permite “ponerse un sueldo”.

Las facturas. Pueden ser facturas ciertas, como las que el empresario como autónomo le emite a su propia empresa, por el concepto de sus servicios profesionales. Pero también pueden ser facturas falsas, por ejemplo cuando el empresaurio quiere sacar dinero de su empresa nº1 puede emitirle facturas desde su empresa nº2. Son facturas falsas porque no responden a servicios reales o bien esos servicios no valen lo que se paga por ellos, sino que tienen como único objetivo cambiar el dinero de la empresa nº1 a la empresa nº2. Luego, el empresaurio ya sacará el dinero de la empresa nº2 de otra de las formas que explicamos, pero antes lo ha sacado de la nº1 para poder decir que “no hay dinero” en esa empresa nº1. También es muy habitual que el empresaurio pida factura a nombre de su empresa para pagar sus gastos personales. Los hay tan cutres que hasta piden factura de su compra del Mercadona a nombre de su empresa. De esa forma el dinero teóricamente ni siquiera llega a pasar por el empresaurio, por lo que este no tiene que pagar los impuestos de haberlo ganado; pero la empresa sí que se lo contabiliza como gasto y lo deduce de los impuestos de la empresa.

El préstamo. La empresa le presta dinero al empresario, como mínimo con el interés de mercado o al menos el legal del dinero (3%). Se supone que el empresario tiene que devolver el préstamo, pero ya veremos cuándo.

Por supuesto, estas formas de sacar el dinero pueden combinarse. Todas se basan en el gran invento de las personas jurídicas, empresas, sociedades o como las quieras llamar. Si la empresa es una persona y el empresario es otra, parece lógico que la empresa pueda pagarle sueldos, facturas o dividendos al empresario o incluso hacerle préstamos. Pero la supuesta lógica se derrumba ante la realidad de que la persona empresa no tiene cerebro ni manos ni pies y que por tanto no hace ni puede hacer nada por sí misma, sino solo lo que diga la persona empresaria que la controla. Por lo que no parece que sea muy cierto eso de que sean personas independientes, ¿verdad? Sobre todo cuando hablamos de esas curiosas empresas o sociedades unipersonales, en las que no hay varios socios debatiendo, decidiendo, repartiéndose el trabajo y el dinero, sino que solo hay uno.

Todo el montaje es para aplicar el principio de la responsabilidad limitada, que significa que el empresario no responde personalmente de las deudas de su empresa. Si tú te compras un piso, pierdes tu empleo y no lo pagas, tú respondes personalmente de tu deuda con todos tus bienes presentes y futuros. Pero si la empresa pierde sus clientes y deja de pagarte el salario a ti, el empresario no responde de la deuda que la empresa adquiere contigo, a pesar de que se haya estado llevado todos los beneficios de la misma hasta cinco minutos antes de los problemas.

Por eso hace muchos años que contamos en Laboro que las empresas son algo así como una abuela tonta o un enfermo en coma, pero con dinero y propiedades a su nombre y un tutor que dice que se hace con ese dinero y esas propiedades. La abuela Paca ya ni se mueve ni habla ni oye, pero su tutor Manolo se supone que la cuida y por eso se queda con toda la pensión de la abuela porque él mismo se ha puesto un sueldo o se paga unas facturas. No solo eso, sino que contrata cosas para él pero poniéndolas a nombre de la abuela, para que en caso de que no las pueda pagar no le embarguen a él. Así está montada la cosa legalmente en las democracias plenas como Españistán.

Es obvio que las empresas tienen que existir para que el mundo funcione. Pero otra cosa es que exista el principio de responsabilidad limitada. ¿Con qué derecho tienen menos responsabilidades que las personas físicas? ¿Dónde queda el principio de igualdad ante la ley?

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