El chollo del subsidio de desempleo para mayores de 52 años.

Hay miles, o quizá centenares de miles, de vividores y parásitos chupando del bote del subsidio para mayores de 52 años, en perjuicio de los cotizantes que se lo pagan y de los trabajadores que realmente tienen derecho y necesidad de cobrarlo. Esto se debe a que las condiciones legales de este subsidio lo transforman en un auténtico chollo. En Laboro vamos a explicarte por qué y que cada cual saque sus propias conclusiones.

En primer lugar es necesario aclarar que se trata de un subsidio por desempleo y no de la prestación por desempleo, dado que millones de trabajadores confunden una cosa con la otra y a todo lo llaman “cobrar el paro”. La prestación la cobras en situación de desempleo, habiendo cotizado el tiempo suficiente al efecto, independientemente del resto de tus ingresos. El subsidio lo cobras en situación de desempleo cuando no tienes derecho a la prestación y tienes falta de ingresos.

Hay varios tipos de subsidio por desempleo para situaciones diferentes de necesidades familiares y/o carencia de rentas. Subsidios para los que agoten la prestación, para los que no tengan derecho a la prestación, para los emigrantes retornados, para las víctimas de violencia de género, los subsidios agrarios… Pero el más importante de todos es el subsidio por desempleo para mayores de 52 años. El más importante desde el punto de vista de que es el que más gente lo está cobrando, con mucha diferencia porque son casi el 60% de los casos según los últimos datos oficiales. ¿No es sospechoso? Todos sabemos que los mayores de 52 años tienen o pueden tener dificultades para encontrar empleo. Pero, por lo visto, estas dificultades son abrumadoramente mayores que las que tienen por otras causas el resto de subsidiados todos juntos. Es más curioso aún que el porcentaje de gente que cobra este subsidio no haya dejado de crecer incluso en los últimos años en los que ha bajado mucho el desempleo, todo ello según los datos oficiales. Los datos nos dicen que el crecimiento del empleo está beneficiando más o menos a todo el mundo excepto, curiosamente, a los mayores de 52 años. Por lo visto, estos no solo no tienen menos dificultades para encontrar empleo que antes de que las cifras generales de empleo empezaran a mejorar, sino que curiosamente tienen más dificultades. ¿Cómo se puede explicar esta indiscutible realidad numérica?

Alguno dirá que la causa es que la población va envejeciendo y ahora el porcentaje general de mayores de 52 años es mayor que “antes”. Oiga usted, ¿antes de qué o de cuándo? Los datos son tercos y nos dicen que esa no es la causa, porque hace 15 años el porcentaje de subsidiados mayores de 52 años estaba alrededor del 30%, mientras que hoy supera el 70%. Sin embargo, el porcentaje general de población mayor de 52 años solo ha pasado del 33% al 36% en los útimos 15 años. Por lo que es obvio que por ahí no van los tiros.

Todo parece indicar que la causa de que tanta gente cobre este subsidio está en sus condiciones legales; es decir lo que te piden para dártelo y lo que luego te dan. Lo que te piden para dártelo es parecido a los otros subsidios: carencia de rentas, desempleo... pero lo que te dan es muchísimo más. En muchos casos, cobrar el subsidio por desempleo para mayores de 52 años es mejor que trabajar:

  • El importe es un fijo de 480€. Pero limpios de polvo y paja, porque no están sujetos a cotización del trabajador a la SS. Sí que están sujetos a una pequeña retención de IRPF, pero lo habitual en estos casos es que Hacienda devuelva toda la retención cuando se presente la declaración anual, porque el conjunto de rentas suele ser bajo.
  • No tiene duración máxima. Como lo oyes. Como lo lees. Para siempre. Mejor dicho, se puede cobrar este subsidio todos los meses hasta la fecha de jubilación ordinaria, en la que se empezaría a cobrar la pensión. Por lo que actualmente puede haber extrabajadores con derecho a cobrar este subsidio durante 15 años, entre los 52 y los 67. En cambio el resto de subsidios tienen duraciones máximas: 18 meses para emigrantes retornados, entre 3 y 21 meses por cotizaciones insuficientes, entre 6 y 30 meses por agotamiento de prestación, 30 por violencia de género…
  • Cotiza para la jubilación al 125% a cargo del SEPE. Ningún otro subsidio tiene cotización a la SS, con la excepción de unos pocos casos de fijos-discontinuos hasta el 2022 en los que se cotizaban los primeros 60 días y solo al 100%. Este es el principal chollo: cobrando este subsidio se cotiza más para la jubilación que trabajando con un salario inferior a 20.720€ anuales, que es el 125% de la base mínima de 2025.

A consecuencia de todo ello, especialmente de la ausencia de duración máxima y de la cotización al 125%, podéis tener por seguro al 500% que hay gente cobrando este subsidio que se han propuesto positivamente seguir cobrándolo hasta que se jubilen. Tenemos dos grandes grupos dentro de ellos: los que al mismo tiempo trabajan en B y los que no.

Los que trabajan en B, al mismo tiempo que cobran el subsidio, pueden hacerlo de forma ocasional para alguna empresa. Por ejemplo, los típicos “extras” de la hostelería de fin de semana y fiestas locales, los que hacen mudanzas… Pero los mayores parásitos son los que tienen una actividad profesional completa y habitual como autónomos… pero siempre cobrando en B y sin alta en la SS. Los típicos “chapucillas” de los que hablamos hace unas semanas. Si queréis conocer a unos cuantos, basta con que vayáis a ciertos sitios a recoger sus tarjetas. Paco pintor. Lucía guía de senderismo. Diana entrenadora personal. Francisco portes y montaje de muebles. Lucas fontanero. Tarjetitas con un nombre sin apellidos y un teléfono móvil. Anuncios en internet. Solo pago en efectivo. Abundantísimas tarjetitas en las tiendas de pinturas, de muebles, de electricidad, de fontanería, de electrodomésticos, en tablones, en las webs de anuncios por todos conocidas… Llamadles. Si aparece alguien mayor de 52 años, haced vuestras cuentas y sacad vuestras conclusiones. Los “tarjetitas” o chapucillas lo tienen clarísimo: si se dieran de alta en autónomos, perderían los 480€ mensuales del subsidio, ganarían menos porque tendrían que pagar IVA, cotización e IRPF y la mayoría cotizarían menos porque casi todos estarían al 100% de la base mínima y no al 125%.

También están los que cobran el subsidio y al mismo tiempo no trabajan en B. Ni en B, ni en A, ni el alfa ni en omega porque lo que se han propuesto es que no van a trabajar ni locos nunca más. Tienen a quien los mantiene y ellos ponen su subsidio como “complemento” de los ingresos familiares.

¿Que hay gente que cobra este subsidio sin fraude? Sin duda. Pero habría que averiguar qué porcentaje de “tarjetitas” y “nilocos” hay entre el total de casi 470.000 personas que cobraron este subsidio el último mes del que hay datos oficiales. Para averiguarlo, quizá el SEPE y la SS deberían hacer controles y revisiones periódicas a todos los perceptores, para expulsar a los parásitos y dejar solo a los verdaderos merecedores del subsidio. Por ejemplo, controles en los que hubiera que probar la búsqueda activa de empleo, o en los que se impusieran cursos obligatorios de formación, o incluso trabajos sociales a tiempo parcial. Revisiones de los movimientos bancarios, no fuera a ser que curiosamente no pagaran casi nada con tarjeta. Comprobación de su vida laboral, no fuera a ser que hubieran encontrado empleo muchas veces en su vida pero solo hasta que empezaron a cobrar este subsidio. Oiga usted, que cada perceptor del subsidio por desempleo de mayores de 52 años cuesta casi 12.000€ anuales entre el propio subsidio y su cotización. ¿Cuántos “tarjetitas” y “nilocos” podría expulsar cada mes cada funcionario del SEPE o de la SS que se dedicara a ello? ¿Cuánto dinero público se ahorraría e incluso se ingresaría por sanciones y devoluciones de pagos indebidos con los correspondientes recargos?

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