Serían cláusulas nulas las que empeoraran el convenio o el ET del lado del trabajador, pero serían válidas las que lo mejoraran del lado del trabajador o lo empeoraran del lado de la empresa, que es lo mismo. Por ejemplo sería nulo establecer solo 15d de vacaciones o que el trabajador renunciara a su indemnización de despido objetivo en caso de que existieran las causas del mismo. Pero sería válido establecer 50d de vacaciones o que la indemnización de despido objetivo fuera igual que la de improcedente.
La relación laboral tiene tres fases: el inicio, el desarrollo y la finalización. Cualquiera de ellas se puede mejorar. Para mejorar el desarrollo se puede mejorar el salario, pero también la forma de prestar los servicios. También se puede mejorar el inicio de la relación y el final de la misma. Por ejemplo, de las formas siguientes:
- En caso de un empleo nuevo sería mejor un contrato indefinido ordinario que un temporal válido. Aunque un contrato temporal en fraude podría ser incluso mejor que un indefinido ordinario, porque de esta forma su finalización sería despido improcedente, que es el que tiene la máxima indemnización. De todas formas, poco bueno cabría decir de quien pretendiera captar o fidelizar a un trabajador mediante un contrato temporal, fuera correcto o en fraude.
- La empresa podría renunciar al periodo de prueba. Tanto en caso de nuevo empleo como en caso de ascenso en el actual.
- En caso de nuevo empleo, la nueva empresa puede asumir los costes que pudiera tener la finalización del empleo actual. Por ejemplo por falta de días de preaviso de dimisión o por una supuesta cláusula de no competencia postcontractual y el coste de la defensa para intentar evitar pagarlas, sobre todo en el caso de la no competencia.
- En caso de nuevo empleo, la empresa puede reconocer a todos los efectos la antigüedad del trabajador en su empleo anterior.
- La empresa puede renunciar a su posibilidad de modificación unilateral de las condiciones del contrato.
- Análogamente, la empresa también puede renunciar a su posibilidad de traslado unilateral.
- Se pueden acordar unos límites de jornada inferiores a los del convenio o incluso establecer nuevos límites. Por ejemplo, si el convenio dijera que la jornada anual fueran 1800h se podría no solo acordar que en tu contrato fueran 1650 sino ademas acordar un límite de 150h mensuales y 35h semanales. Renunciando la empresa a la posibilidad que pudieran tener de imponer horas extras o la distribución irregular de la jornada, lo que no impediría que ambas cosas se pudieran hacer si el trabajador quisiera.
- Serían infinitas las posibilidades de mejora de horarios y descansos. Por ejemplo se puede acordar un horario fijo, flexible o incluso libre. Se pueden acordar un número mayor de días de descanso semanal, festivos o vacaciones e incluso fijar las fechas.
- Se puede acordar una subida mínima anual no absorbible de todos los conceptos retributivos. O bien acordar un plus de antigüedad de un x% anual no absorbible, que sería algo parecido.
- Como es obvio, la clasificación profesional debería ser al menos la correcta según convenio y funciones reales a desarrollar. En caso de que el convenio no la estableciera o fuera ambigua, cosa muy frecuente, en el contrato se pueden dejar perfectamente claras, con toda la extensión que fuera necesaria, las funciones exactas que realizara el trabajador. La empresa podría renunciar a su posibilidad de movilidad funcional descendente.
- La empresa puede renunciar a su posibilidad de ERTE. Es decir a la reducción unilateral de jornada o suspensión temporal de contrato de trabajo, a no ser que el trabajador estuviera de acuerdo.
- La empresa puede aceptar abonar siempre la indemnización de despido improcedente en cualquier tipo de despido o extinción voluntaria indemnizada, con la excepción del despido disciplinario procedente.
- Se puede pactar un preaviso de dimisión inferior al del convenio e incluso que la empresa renuncie al mismo.
- Se pueden pactar unos plazos de prescripción mayores. Sobre todo aumentar el plazo general de reclamación que por defecto es de 12m. De esa forma, si la empresa dejara de pagar o pagara menos, habría más meses hacia atrás que el trabajador podría reclamar.
En resumen, se puede pactar que tu relación laboral fuera "a la antigua"; es decir sin tantas posibilidades de empeorarla o finalizarla sobre la marcha como tienen las empresas actualmente tras las reformas laborales que se han hecho desde 1980. De nada serviría pactar unas condiciones buenísimas de horario y de salario si luego la empresa te las pudiera quitar por razones justificadas o si mañana te pudieran echar más fácilmente que cuando firmaste el contrato gracias a una nueva reforma laboral.
Alguno podría creerse que "a nadie" le darían nada de esto, pero se equivocaría. Sería el típico error de considerar que la experiencia propia, por no decir la del primo o la del cuñado, fuera la norma general. Hay muchos trabajadores que han fracasado estrepitosamente al intentar conseguir mejoras mucho más habituales y sencillas que las indicadas anteriormente, como una pequeña subida salarial o un mejor horario. Fracaso que no es de extrañar teniendo en cuenta que sus intentos habitualmente se producen de las formas siguientes:
- El trabajador le pide una mejora a su empresaurio actual "apoyando" su petición con argumentos tan "sólidos" como que tiene muchos gastos, que se lo merece porque lleva mucho tiempo, porque es el que más horas extras legales hace, porque es el que mejor trabaja... Es decir que el trabajador pide algo pero sin ofrecer nada a cambio, con lo que es obvio que en la mayoría de ocasiones no conseguirá nada. Por ejemplo, si el trabajador es el que mejor hace trabajos por encima de la categoría que le pagan, el que más horas extras ilegales hace y encima el que más años lleva haciéndolas, lo más probable es que siga igual y por el mismo precio. Más enfadao, eso sí, pero eso no tiene porqué costarle dinero al empresaurio. Esta situación no es ni más ni menos que la misma que cuando el niño de 12 años le pide a su papá que le suba la paga semanal porque está ahorrando para unas zapatillas importantísimas o porque se porta muy bien. O peor, porque el papá al menos suele querer a su hijo y puede tener sentido de la justicia.
- El mismo caso anterior pero el trabajador apoya su petición avisando de que si no le dan lo que pide empezará a buscar otro trabajo. Pues nada hombre, ya hablaremos cuando lo encuentres si lo encuentras.
- El trabajador pide una subida de 100€ mensuales argumentando que ha encontrado un nuevo empleo en el que le pagan 100€ más al mes pero que aún no lo ha aceptado para darle a la empresa actual la "oportunidad" de igualar la oferta. Pero no ha presentado su dimisión y esperado que la empresa actual contraoferte si quiere, sino que directamente ha pedido la mejora en su empleo actual sin haber aceptado el nuevo empleo. Lo que demuestra que prefiere su empleo actual, o sea que va de farol. Esta forma de intentar conseguir mejoras es análoga a la genialidad de intentar vender un piso por 200.000€ poniendo en el anuncio que son negociables. O como cuando el Fumi, que vive en casa de su madre sin trabajar y a mesa puesta, dice que la que quiera ser su esposa que se lo mejore.
- El trabajador tiene muy buenas cualificaciones, es decir que no cualquiera puede hacer lo que el hace. Pero intenta negociar unas mejores condiciones de trabajo en un nuevo empleo estando en el paro después de perder el empleo anterior y quedarse unos meses cómodamente en el paro para descansar, para estudiar... Por no decir esperándose a gastar todo el paro y entonces intentar negociar un salario estupendo desde la posición de cero ingresos, dos hijos y 800€ de hipoteca, porque es un trabajador muy bueno y se lo rifan.
En cambio, sí que habría al menos dos situaciones típicas en las que el trabajador podría verse en situación de negociar su contrato. La primera sería que el trabajador buscara y encontrara un nuevo empleo sin esperar a finalizar su empleo actual, con lo que le nueva empresa tendría que comprar la voluntad del trabajador de cambiar de empleo. La segunda, como consecuencia de la primera, sería que la empresa actual contraofertara al trabajador que hubiera encontrado el nuevo empleo para conseguir que no se marchara. Es decir que para negociar hay que tener algo que ofrecer. En caso contrario no es negociar sino que es pedir limosna; por pena, por justicia o por lo que quieras pero no por necesidad de la empresa. Como es obvio, la clave del asunto es ser un trabajador cualificado y tener trabajo en el momento de la negociación. Faltando cualquiera de ambas características, el trabajador estaría en una posición muy inferior para negociar, por no decir que no podría negociar en absoluto.
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Quedarse en tu puesto aunque hayas encontrado otro no lo veo, tu empresa no te 'ofreció cariño' cuando se lo pediste y tuviste que irte con la música a otra parte, es decir, sino mueves ficha a tu empresa se la pela...pues bien, lo mejor es cambiar de empresa ya que tienes que ir 'extorsionando' a la actual para que te hagan caso; quiero pensar que no todo el mundo es igual y que valoran tu esfuerzo y lo reconocen de alguna manera (no todo es dinero como bien indicas en el articulo)
ResponderEliminarLe mencioné a una de RRHH de otra empresa a la de mi trabajo actual que sus condiciones salariales eran las mismas por lo que podría mejorarme en otras como días de vacaciones, y no veas las risas que se echó. Y argumentaba que eso sería injusto para los demás, que eso no lo hacen ellos, y blah blah blah... si eso fuera injusto, también sería injusto que otros cobren menos o más por las mismas funciones, y nadie lo ve injusto, sino como consecuencias naturales de tu proceso de negociación y contratación.
ResponderEliminar¿Puede haber problema cuando negocias las horas de que ya no cotices lo que deberías por jornada completa?
ResponderEliminarEsto es como las empresas de móviles, hasta que no les amenazas con otra oferta de otra compañía no te hacen caso, porque.. porque no tienen que perder. en este caso lo mimo. en caso de encontrar otra oferta de trabajo, pide un "precontrato" para llevarlo a tu actual empresa para poder negociar la subida de sueldo, sino aceptan las condiciones te vas a la nueva, que te ha guardado tu puesto de trabajo unos días (gracias al precontrato)
ResponderEliminarBuen artículo, se nota que se ha lo ha currado.
ResponderEliminarMi opinión personal subjetiva:
Si tienes pensado irte porque no estás contento en una empresa. Y no hacen nada si lo manifiestas de alguna forma. Es que no merecen tu tiempo y esfuerzo.
Es mejor irse que forzarles o chantajearles. En vez de tirar del vinculo emocional pasado que te esclaviza mentalmente de alguna manera a la antigua empresa. Es mejor Borrón y cuenta nueva.
Y aprender de los errores para no volverlos a cometer en la nueva empresa.
Podría ser un gran error decirle a la empresa actual el nombre de la empresa nueva que te hubiera hecho una oferta. Saberlo seria su problema. Que lo supieran le podría servir de algo a la empresa pero a ti en el mejor de los casos no te serviría de nada y en el peor podría perjudicarle. Definitivamente negociar es una habilidad que no tiene cualquiera porque no lo hacen casi nunca y ni siquiera saben cuando pueden negociar, cuando no y menos aun como hacerlo.
ResponderEliminarPersonalmente me cabrean las contraofertas, así que nunca he aceptado ninguna. Si estás contento con mi trabajo, y pretendes que siga en mi puesto, haz que yo también esté contento. Como bien dices no todo es dinero, un día extra de vacaciones por cada año cumplido en la empresa, transporte, cheque guardería, incluso una de las cosas más alabadas de mi última empresa es que todos los lunes llegaba un repartidor con fruta. 4 duros al mes y tienes a la gente contenta.
ResponderEliminarNunca entenderé a esa gente que da palmas con las orejas porque un día a la semana la empresa le regale una manzana o un plátano...
EliminarA mi la experiencia me dice que los trabajos son todos la misma mierda, las empresas del chichinabo son todas una mierda y por ende, cambiar de trabajo asi como asi no es tan beneficioso como se cuenta.
ResponderEliminarNinguna empresa va a aceptar un contrato con antiguedad pactada, y menos para hacer trabajos que, aunque especializados, los saben hacer un numero critico de gente suficiente para tener candidatos a patadas.
Al cambiar sin pactar antiguedad se pierde estabilidad, ademas las subidas suelen ser muy escasas, y los cambios tambien tienen "costes ocultos" que no se suelen tener en cuenta: cambio a una ciudad mas cara, mas tiempo de transporte, mas gasto de combustible, gastos de mudanza, etc, y que se pueden comer la subida.
Un cambio debe hacerse (bajo mi perspectiva) cuando realmente se da un gran salto, a una empresa de las de verdad, con un salario muy por encima de la media y con posibilidades reales de ascenso.
Cambiar de empresa del chichinabo a empresa del chichinabo puede funcionar de joven, pero a ciertas edades es mejor quedarse donde uno haya caido, hasta que salga una buena oportunidad de verdad.
El anterior es justo el típico comentario del que habla el artículo, es decir que como a mi no me han respetado la antiguedad entonces es que "Ninguna empresa va a aceptar un contrato con antiguedad pactada". Como mis subidas han sido escasas entonce es que "las subidas suelen ser muy escasas" en general, las mias y las de todos. Como mis cambios fueron a otra ciudad más cara entonces todos los cambios tienen "costes ocultos".
ResponderEliminarTotal que como mis cambios no me fueron bien entonces recomiendo a todos "quedarse donde uno haya caido".
Precisamente por eso son pocos los que suben y son la mayoria los que no. Seleccion natural de Darwin.
Laboro me encantas y me encanta tu blog pero esta entrada me parece absurda.
ResponderEliminarLos trabajadores, en general, poco poder de negociación tienen, salvo los supercualificados muy talentosos o comerciales con una cartera de clientes suculenta. Es decir, gente que si se va provocaría muchas perdidas económicasen la empresa. Al resto de trabajadores se nos considera fácilmente sustituibles.
Y la movilidad funcional a un puesto superior tendrá que ir firmada, imagino. Yo tengo un contrato de auxiliar administrativo. Cuando me reincorporé después de la pandemia, me entero que mi Gerente se va en nada, y me quedo sola. Entre todas esas semanas de caos ni me da tiempo a pensar en que lo único que tengo es un pequeño aumento de sueldo gracias a una llamada, pero nada más. Lo típico rápido de llamar y "ole, fulanita de finanzas, súbele tanto a esta chica a partir de este mes". Sí, me preguntan si voy a ser capaz de tomar las riendas y digo que sí, por probar, sin saber realmente lo que significa, recién incorporada después de años en Erte. Sin darme cuenta de que aún habiendo trabajo de cerca con mi ex director, no llego. No tengo la preparación ni las ganas para ciertas tareas. Y me doy cuenta de que no quiero ese ascenso, no hace feliz ese puesto, ni estoy preparada y solo le estoy salvando el culo a la empresa "mientras dure". Si me niego y les digo que contraten al alguien como dios manda, tengo las de ganar ¿no?
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