Derogar la reforma laboral, simularlo o mantenerla.

En estos tiempos de campaña o precampaña electoral, unos partidos políticos hablarán de derogar la reforma laboral, otros de derogarla en parte y otros de dejarla como está o hasta profundizar en la misma por considerarla positiva. Este artículo pretende explicar, y en parte recordar, en qué consistió exactamente la reforma laboral para que todo el mundo pueda saber qué sería realmente derogarla, que sería dejarla y qué sería hacer como que la derogo pero luego no que me da la risa.

En primer lugar los partidos que propongan la derogación deberían dejar claro de qué reforma laboral hablan. Cabe recordar que dentro de esta crisis económica no ha habido una sola reforma laboral sino que ha habido dos. Realmente separadas en varias fases o reformas parciales, pero para entendernos digamos que ha habido dos grandes reformas: una en la legislatura 2008-2011 y otra en la legislatura 2011-2015.

En segundo lugar, ambas reformas tenían muchísimos aspectos y no todos negativos para los trabajadores. Por tanto también deberían decir si proponen derogación total o parcial y en este caso concretar los aspectos a derogar.

Por eso es necesario sacar los papeles del abuelo cebolleta y recordar, para que nadie lo olvide, cuáles han sido los principales aspectos y efectos de estas dos últimas grandes reformas laborales.

Reforma laboral de la legislatura 2008-2011.

• Se inventaron el ERTE (ERE temporal). Es decir que las empresas pudieran reducir unilateralmente las jornadas o suspender los contratos. Sea cual sea el nº de trabajadores, sin límite de duración y sin indemnización. Ahí es na. Incluso hasta enero de 2014 se subvencionaron descaradamente los ERTE porque el SEPE les reponía 180d de paro a los afectados y la empresa tenía bonificaciones en sus cotizaciones a la SS.
• Se atacó por primera vez a los convenios colectivos dando preferencia a los de empresa sobre los sectoriales provinciales. Recordad que los sectoriales los firman los sindicatos pero los de empresa los firman sus trabajadores, por lo que en éstos puede funcionar aquello de "o firmáis aquí o a la puta calle".
• Se inició la subvención descarada del despido objetivo mediante el pago por el FOGUASA de hasta el 40% de la indemnización a las empresas de menos de 25 trabajadores, que son la gran mayoría. De forma que el coste del despido objetivo era casi el mismo que el coste de la finalización de un contrato temporal. Esto duró hasta enero del 2014.
• Se suavizaron las causas de despido objetivo, de forma que abarataron algunos despidos que antes hubieran sido improcedentes. Recordemos la frasecita: "se deduce mínimamente la razonabilidad" del despido de su "situación económica negativa".
• Como aspectos positivos, la limitación a 3a de la duración máxima del contrato de obra, una mayor limitación en el encadenamiento de contratos temporales y el aumento progresivo de la indemnización por fin de contrato temporal.

Reforma laboral de la legislatura 2011-2015.

• Apareció el "contrato indefinido de apoyo a los emprendedores" que era y es simplemente un contrato con despido totalmente libre y gratis durante el primer año. Afortunadamente los empresaurios no lo están usando, sencillamente porque no se enteran. En decir que quien quisiera vender la derogación de este contrato como el principal objetivo de la derogación de esta reforma laboral ni siquiera estaría vendiendo la moto sino solo el humo de la moto.
• El ataque a los convenios se hizo mucho más fuerte, porque dieron preferencia al convenio de empresa sobre cualquier convenio sectorial, incluyendo los estatales. Curiosamente, por ello han ido apareciendo convenios de empresa con salarios inferiores a los sectoriales, es decir que se supone que los trabajadores están de acuerdo en cobrar menos y trabajar más, como decía uno que ahora está a la sombra de un limonero. Además programaron que todos los convenios no renovados murieran el 8/7/13 como muy tarde, de forma que los trabajadores se quedaran sin convenio y les pudieran bajar el salario hasta el SMI. Afortunadamente, numerosas sentencias posteriores lo impidieron incluyendo la definitiva del TS, pero la intención era esa.
• Se permitió por primera vez la rebaja unilateral del salario de los trabajadores, siempre que no quede por debajo de convenio. Precisamente para evitar este ligero inconveniente atacaron al mismo tiempo la vigencia indefinida de los convenios.
• El personal laboral de la Administración Pública por oposición (el llamado "fijo") es ahora igual de precario que los empleados de las empresas privadas, desde el punto de vista que es igual de fácil y barato su despido.
• Suavizaron tanto las causas de despido objetivo que ya parecen un anuncio de compresas. Recordemos que ya no hacen falta ni pérdidas reales sino que vale con las previstas o incluso con una disminución persistente de ingresos.
• Se rebajó la indemnización de despido improcedente de 3 formas: menos días por año, un tope inferior y sobre todo eliminando el pago de salarios de tramitación (excepto en caso de readmisión). Es la clave de toda esta reforma, porque el despido improcedente es libre con pocas excepciones. Al ser libre, si lo abaratas consigues que más trabajadores acepten rebajas salariales, horas extras ilegales o lo que sea, legal o no.
• Se rebajaron las prestaciones del FOGUASA en el pago de deudas salariales de empresas insolventes y en concurso. Antes pagaba hasta 150d de deuda con el tope del triple del SMI pero ahora solo hasta 120d con el tope del doble del SMI.
• Se rebajaron las prestaciones del paro. Antes se cobraba el 60% a partir del 6º mes pero ahora solo el 50%.
• Como aspectos positivos, las vacaciones que coincidan con una baja ya no se pierden y se aumentó hasta los 12a la edad del menor que justifica la reducción voluntaria de jornada.

En cuanto a los efectos de estas reformas, todos los conocéis. Principalmente han sido la extensión de la precariedad laboral a los trabajadores indefinidos (mal llamados "fijos"), la rebaja de salarios y el reparto de menos empleo total entre más personas, para que parezca que ha bajado el paro. Es decir que no solo los parados están peor que antes porque sus prestaciones han bajado, sino que los que trabajan también están peor que antes porque han bajado sus salarios y sus indemnizaciones de despido. Esta es la realidad incontestable. Otra cosa es que haya colectivos que opinen que eso es positivo, con la curiosa justificación de que si beneficia a su colectivo entonces beneficia también a todos los demás. Antes un trabajador tenía un kilo de pollo y otro no tenía ninguno. Ahora cada uno de los dos tiene 400g de pollo. Es tan sencillo como eso. Gana quien les paga el pollo pero dice que beneficia a todos.

Quizá lo más importante de todo sea comprender que estos no han sido los efectos secundarios, molestos pero necesarios, de un medicamento que cura a un enfermo sino que han sido los efectos principales buscados por un medicamento que no cura sino que solo oculta algunos síntomas.

También podría ser conveniente que todos los trabajadores supieran que las últimas reformas laborales quizá hayan sido las peores, pero que no han sido las únicas ni mucho menos, porque reformas laborales ha habido muchísimas. Curiosamente todas con las mismas excusas, todas con medidas perjudiciales para los trabajadores y todas con los mismos efectos reales, que no son otros que el aumento de la precariedad laboral porque esa es la forma más sencilla y barata de competir.

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