Alguno pensará que sería discutible lo que se considerara como I+D+i. Por ejemplo, parece claro que es I+D+i la investigación médica; pero ¿es I+D+i que una empresa de electrodomésticos desarrolle un nuevo modelo de lavadora que gaste menos energía? Por eso existe una definición legal de I+D+i, que es tan farragosa y extensa que ni la copiamos sino que solo la resumimos:
- Se considerará investigación a la indagación original planificada que persiga descubrir nuevos conocimientos y una superior comprensión en el ámbito científico y tecnológico, y desarrollo a la aplicación de los resultados de la investigación o de cualquier otro tipo de conocimiento científico para la fabricación de nuevos materiales o productos o para el diseño de nuevos procesos o sistemas de producción, así como para la mejora tecnológica sustancial de materiales, productos, procesos o sistemas preexistentes.
- Se considerará innovación tecnológica la actividad cuyo resultado sea un avance tecnológico en la obtención de nuevos productos o procesos de producción o mejoras sustanciales de los ya existentes. Se considerarán nuevos aquellos productos o procesos cuyas características o aplicaciones, desde el punto de vista tecnológico, difieran sustancialmente de las existentes con anterioridad.
Como tiene mérito que las empresas se dediquen al I+D+i, y sobre todo porque esas actividades son las que más hacen avanzar la economía y la sociedad de un país, se recompensa económicamente a esas empresas. La recompensa es cobrarles menos, tanto en las cotizaciones a la SS de los científicos recién levantaos como en el impuesto de sociedades, que digamos que es el IRPF de las empresas.
Pero Pepe el de la asesoría ve una cosa de "subvenciones" y solo mira más o menos el nombre y qué papeles hay que echar. ¡Que han sacao una ayuda para las empresas de I+D+i!; voy a contárselo a Gonzalo, el de la empresa que me hizo la web de la asesoría, y le cobro 500€ por echarle los papeles. Y se lo cuenta, y le dice que su empresa es de I+D+i porque hace webs con carrito de compra y que puede pedir la ayuda. Y se lo cuenta al otro empresaurio o empresario que tiene una tienda de informática super avanzada, porque saben cambiarte la pantalla del móvil cuando se te rompe y te ponen Linux en el ordenador para que no pagues Windows. Porque claro, quién va a decir que una empresa de cosas de ordenadores no es de I+D+i. ¿Y una startup? Eso es más I+D+i todavía, porque está en inglés nivel alto: encargao se dice developer manager y jefe se dice CEO. Hombre, por dios, que no es lo mismo porque no es igual.
Por eso, para evitar en lo posible que puedan colarse los Pepes, los Gonazalos y los Pacos de taller, la legislación también contiene unas exclusiones. Legalmente, no se considerarán actividades de I+D+i las actividades que no impliquen una novedad científica o tecnológica significativa. Que no, Gonzalo, que tú empresa hace aplicaciones y páginas web como cualquier otra, que no te inventas nada nuevo y que usas las mismas herramientas de programación y diseño que usa cualquier otro. Pero Gonzalo, si hasta Paqui la de administración tiene el Office pirateao. Que no Paco, que tienes un taller de cambio de aceite y neumáticos y ahora no eres I+D+i porque ya sepas cambiarle la batería a los coches eléctricos.
Pues a pesar de todo lo explicado, en Laboro ya hemos conocido varios casos de fraude. Empresas que simplemente hacen lo de siempre para ganar dinero, sin inventar nada, pero han echado los papeles para pagar menos porque dicen que son I+D+i. No hablamos de casos discutibles, sino de casos descarados que no son de I+D+i ni de broma. Porque ni Gonzalo el de la consultora, ni Manolo el del bar ni Paco el del taller han montado su empresa para arriesgar inventando ni investigando nada, sino solo para ganar pasta y eludiendo y trincando impuestos, salarios y cotizaciones en la medida de lo posible. El “que inventen ellos” de toda la vida, que también está inventado.
Realmente Gonzalo alcanza su mayor grado de innovación cuando a su IDi añade la tecnología Over The Air, OTA.
ResponderEliminarSiempre es la misma historia, estafar y estafar.
ResponderEliminarHe sentido un dejavú al leer esto, la empresa en la que trabajaba en Spañistán se dedicaba a eso, trincar subvenciones de I+D de cualquier administración por ponerle un palo a cualquier cosa, y para ello adornaban las propuestas con palabros mágicos como tecnología resiliente, deep learning, economía circular, transición energética, investigación inclusiva...no había página que no cayeran 5 o 6 de estos palabros. Y por si fuera poco, lo adornaban todo con prototipos muy monos hechos con Catia que harían palidecer de envidia a Avatar 2.
ResponderEliminarNo puedo decir que me sienta orgulloso, porque algunas de esas propuestas las redactaba yo; de hecho me partía el culo de la risa mientras las escribía, pensando si de verdad podría haber alguien tan idiota que se tragara tantas paridas juntas por atarle un palo a una cafetera. El caso es que en la administración había gente (muy importante) que se las tragaba, dobladas encima, y soltaban la pasta sin hacer demasiadas preguntas. Los dueños encantados, aunque no contentos del todo, así que habrían empresas fantasma en otras comunidades autónomas y presentaban la misma propuesta para trincar una subvención por lo mismo.
El cuento se acabó el día que algún funcionario cabrón, de esos que vota a Podemos y es contrario al envío de armas a Ucrania, le dio por cotejar las subvenciones de todas las empresas fantasmas de los dueños, y encontraron que las propuestas eran idénticamente iguales, aunque con el encabezado cambiado. A partir de ahí solicitudes de devolución de dinero, juicios y quiebra...y a mí pues me dio por irme de Spañistán.
Las consultoras hacen mucho eso, es una fuente de ingresos de entre las muchas que tienen, otra por ejemplo es contratar a gente por la que dan ayudas como personas con alguna discapacidad, les da igual si valen o no para ese trabajo, si tienes una discapacidad en las consultoras te van a querer mucho.
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