Demandar a tu empresa no es lo último, sino lo primero.

En Laboro ya explicamos el absurdo de pretender “estar seguro” de ganar antes de demandar a la empresa en la que se trabaja. Hoy vamos a explicar el absurdo e incluso el posible perjuicio de retrasar la demanda en vez de ponerla cuanto antes.

Hay quien pretende que antes sea mejor “hablarlo por las buenas” con la empresa en vez de demandarla; como si la empresa no supiera ya que te está pagando por debajo del convenio o que no te paga las horas extras ilegales y lo fuera a hacer bien porque se lo pidieras por favor al “encargao” o empresaurio correspondiente. Quizá esto sea cierto y posible en algunos casos, pero en otros muchos casos hay que tener cuidado con no retrasar el momento de iniciar las acciones legales, porque podría ser más perjudicial que beneficioso al menos por tres razones posibles.

En primer lugar porque iniciar las acciones legales no es pedir las cosas por las malas ni le causaría perjuicio a la empresa si te dieran lo que pidieras “a la primera”, sin llegar a juicio y sentencia. Una vez presentada la demanda judicial, antes de juicio siempre se celebrará un acto de conciliación en el juzgado. A veces también es obligatorio celebrar otro acto de conciliación administrativo antes de llegar a presentar la demanda. Los actos de conciliación se llaman así precisamente porque están para pagar por las buenas.

En segundo lugar, para evitar la prescripción o la caducidad de la demanda. Sin necesidad de entrar en detalles técnicos de diferencias entre una cosa y la otra, te debe bastar con saber que existen unos plazos para iniciar las acciones legales, que dependen del tipo de demanda que haya que presentar. Algunos plazos son largos, como el plazo de un año para la demanda de cantidad; pero muchos otros son de solo 20 días hábiles. Por ejemplo, si la empresa te ordenara por escrito un cambio de horario injustificado, tendrías este plazo corto para demandar si quisieras recuperar tu horario anterior. Lo mismo en caso de despido. Por otro lado, si se tratara de una deuda por diferencias salariales, solo podrías reclamar las de los 12 meses anteriores a la fecha en la que iniciaras las acciones legales. Por lo que cada mes que pasara sería un mes de diferencias que perderías. Por lo que demandar después no solo podría suponer perder dinero sino que incluso podría suponer perder totalmente por haberse pasado el plazo.

En tercer lugar, porque iniciar las acciones legales supone protección contra despido. Pero quejarse en el bar y pedirle las cosas por favorcito al señor Manolo no supone ninguna protección. Una cosa es que no te quejes nunca y la empresa crea que estás contento o que al menos tragas con todas sus ilegalidades, que sabe de sobra que existen. Pero otra cosa es quejarse verbalmente y aún encima avisando que como no te hagan caso entonces, no antes, les vas a demandar. Esto es lo que algunos “sindicalistos” recomiendan hacer. Que vayas a decirle al señor Manolo a su despacho que has ido a preguntar el sindicato y han dicho que te pague las 4 horas extras que metes todos los días porque si no lo vas a “denunciar”. Pues hala, a la p... calle antes de que demandes y asunto solucionado.

¿Que es cierto que tu empresa no te paga menos a posta sino porque su “asesoría Pepe” se equivoca al hacer las nóminas? ¿Que es cierto que no te han pagado las horas extras o no sé qué otro concepto del convenio porque se les ha pasado o lo han mirado mal? ¿Que es cierto que no sabían que todas las causas de despido que dicen en la carta son falsas o insuficientes? ¿Que es cierto que tiene arreglo por las buenas? Pues estupendo, entonces que te paguen todo lo que realmente te corresponda en el acto de conciliación y asunto arreglado. ¿Pero y si no? Si no, entonces probablemente no te pagarían en el acto de conciliación, pero tú ya habrías puesto el proceso en marcha con su protección y llegaría antes el juicio y la sentencia que si aún estuvieras perdiendo el tiempo quejándote en el bar o pidiéndole por las buenas que te pague a quien no tiene ninguna intención de hacerlo.

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