¿Sería procedente el despido del barrendero Bob Esponja?

Estos días el barrendero cantarín se ha hecho más famoso que la crisis. Ya llevaba 5 años "actuando" para los niños del colegio Valverde de Las Tablas de Madrid, pero ya no canta porque tiene miedo de que le despidan. ¿Resulta fundado su miedo? Dicho de otra forma, ¿podrían despedirle sin derecho a indemnización?

Resulta obvio que no va a haber despido a causa de sus actuaciones por la razón fundamental de que por supuesto no constituyen falta alguna y la empresa no tiene interés alguno en despedirle sino todo lo contrario. Además ha salido en la tele y podría haber intereses políticos de por medio. Todo el mundo debería saber ya que España está bajo el imperio de la Ley, pero Españistán está bajo el imperio de los bancos y de la tele, como cada día se pone más de manifiesto. Así que este caso concreto del barrendero cantarín no sirve para ser analizado; pero sí que se puede analizar lo que podría pasar en un caso supuesto de un mecánico cantarín del taller de Paco en Españistán. La bola de cristal está en el taller, como todo el mundo sabe, pero aún así cualquiera que se dedique al asesoramiento laboral para trabajadores podría confirmar que lo más probable sería lo siguiente:

• Si un encargao de Paco o el mismo Paco se enteraran de que un mecánico canta para los niños del colegio de al lado cada día, se lo prohibirían instantáneamente bajo la "argumentación" de que le pagan para trabajar. Quien diga lo contrario es que nunca ha trabajado para Paco el del taller o Manolo el del bar. Para ellos, trabajar implica necesariamente que el trabajador esté jodido. Si el trabajador está feliz piensan que están haciendo el tonto porque podrían apretarle más. De hecho hay encargaos y empresaurios cuya mayor recompensa no es el salario o beneficios ni menos aún el servicio a los clientes, sino ejercer posición de poder sobre sus subalternos. Incluso hay estudios que estiman que la proporción de psicópatas entre los directivos es 20 veces mayor que entre la población general. Simplemente las prácticas de los empresaurios encajan como un guante con los síntomas de psicopatía según el DSM-IV:
  • Desconsideración despiadada por los sentimientos ajenos.
  • Incapacidad de mantener relaciones duraderas.
  • Despreocupación imprudente por la seguridad ajena.
  • Engañar repetidamente con ánimo de lucro.
  • Incapacidad de sentir culpa.
  • Incapacidad de respetar las normas sociales e incluso las legales.

• Si Paco despidiera al mecánico, mediante un despido disciplinario, lo más seguro es que el mecánico ni le demandara ni fuera a asesorarse a ningún sitio. Incluso aunque estuviera afiliado a un sindicato. Resulta difícil de creer pero es totalmente cierto que aproximadamente el 90% de los empleados de baja cualificación no hace nada ante un despido mientras que le den los papeles del paro. Este porcentaje disminuye conforme sube la cualificación pero nunca desaparece del todo. ¿Por qué creéis que hacen como hacen las entrevistas de trabajo?

• Si Paco acudiera a asesorarse, no faltarían "profesionales" que le dijeran que el despido es procedente por haber abandonado sus funciones y por no haber hecho caso a las advertencias de la empresa. Es decir que no le resultaría difícil encontrar gente que se supone que cobra por asesorar, representar o defender a los trabajadores pero que no tiene ni putíiiiisima idea de lo que está hablando. Pero quizá lo más probable sería que le dijeran que es improcedente y que podría interponer demanda de impugnación del despido en el plazo de 20 días hábiles.

• Si el mecánico se animara a demandar, sería muy probable que poco antes del juicio le llamara Paco o el de su asesoría Pepe para ofrecerle una indemnización de más o menos la mitad de la que ganaría en juicio. El mecánico iría a pedirle consejo a su representante y no faltarían los que le aconsejarían aceptar el acuerdo. Que cada uno piense si es más fácil y se gana más dinero cobrando poca comisión de muchos acuerdos o mucha de pocos juicios y cuál de las dos opciones da menos trabajo, la puede hacer cualquiera y siempre permite quedar bien o casi bien. Es decir que cada cual decida si sería más probable que su representante le aconsejara lo que le conviniera a él o lo que le conviniera al mecánico.

• Si el mecánico rechazara los ofrecimientos de Paco y llegara a juicio, sería milagroso que el despido no resultara declarado improcedente por el juez. Los jueces declaran improcedentes despidos disciplinarios por faltas muy graves e incluso probadas, con lo que imaginad qué pasaría en caso de algo que ni siquiera estuviera claro que fuera una falta muy grave o ni siquiera falta. Quien quiera hacer el ridículo hablando de la acumulación de faltas leves para conseguir una muy grave tiene a su disposición escribir un comentario a este artículo.

Por tanto, lo situación más probable con mucha diferencia sería que el despido del supuesto mecánico sería "procedente", pero no porque lo declarara un juez sino porque el mecánico no demandaría. La 2ª situación más probable sería que el mecánico cobrara por acuerdo más o menos la mitad de lo que cobraría tras sentencia. Finalmente la situación más improbable sería que fuera a juicio y cobrara la indemnización de despido improcedente.

La conclusión más evidente que se puede sacar de todo esto es que Españistán no tendrá jamás posibilidad alguna de competir con los países civilizados laboralmente. ¿Qué se puede esperar de un país en el que la mayoría de trabajadores habrían tenido también miedo de ser despedidos en la misma situación del barrendero cantarín? ¿De un país en el que la mayoría de los trabajadores tienen este miedo de forma permanente sin necesidad de salir en la tele cantando Bob Esponja? Pero no miedo sin razón sino miedo con toda la razón del mundo, porque aunque se tratara de un trabajador que sí que demandara, cobrar la indemnización no impediría que se quedara en la calle. Pero es que además la indemnización de despido improcedente ha sido rebajada por el PPSOER en la reforma laboral del 2012 y se han eliminado los salarios de tramitación, excepto en caso de readmisión. Rebajar el coste del despido improcedente no es ni más ni menos que estar de acuerdo con que hacer perder su trabajo a alguien sin razón que lo justifique está mal (de ahí la indemnización) pero ahora está menos mal que antes. Como si un día rebajaran la pena por violación o por asesinato.