Los pocos contratos indefinidos ni siquiera son todos indefinidos de verdad.

Todos sabéis que en los últimos meses dicen que se está creando mucho empleo en Españistán. Tanto que al parecer sobran los empleos y va a ser por eso por lo que los Españistanos se cambian de empleo cada pocos meses o incluso cada pocos días y hasta se quedan sin trabajar un tiempo porque no les hace falta. Lo malo es que en las estadísticas sale también el dato feo de que todos esos millardos de trilloncios de empleos son temporales la mayoría. Por ejemplo, en la última nota de prensa del SEPE al respecto se indica que el nº de contratos indefinidos en junio fue "el 7,35% del total de la contratación". Eso queda mejor que decir que el nº de contratos temporales fue el 92,65% del total de la contratación, afirmación que sería exactamente igual de cierta que la otra del 7,35%.

Pero hay un detalle del que seguramente no hayas oído hablar hasta ahora. Resulta que en la reforma laboral del 2012 se sacaron de la manga el que en Laboro se llama "contrato Rajoy". Oficialmente se llama "contrato indefinido de apoyo a los emprendedores" porque mola un montón, pero en Laboro se le llama "contrato Rajoy" porque hace más gracia y eso. En el artículo enlazado tienes todos los detalles, pero por resumir se puede decir que es un contrato indefinido pero de la Señorita Pepis, de los Pin y Pon, de los Playmobil o de la Barbie, dependiendo de los gustos del interesado, porque tiene un período de prueba de un año "en todo caso". Es decir que te hacen indefinido pero poco, porque dentro de ese primer año te pueden echar en cualquier momento, de cualquier forma y sin ninguna indemnización porque en eso consiste exactamente el derecho del empresario al período de prueba. O sea que durante el primer año el contrato Rajoy es hasta peor que un temporal, porque el temporal tiene una pequeña indemnización a su finalización, pero el de Rajoy no la tiene en el primer año.

Pues bien, resulta que cuando apareció este contrato indefinido de la Barbie "se les olvidó" asignarle un código específico y le pusieron el mismo código que su equivalente indefinido ordinario. Por ejemplo, el contrato indefinido ordinario a jornada completa, que podríamos llamar el "bueno", tiene un código 100. Pero el contrato indefinido a jornada completa de los Pin y Pon también tiene un código 100. Esto quiere decir sencillamente que en el porcentaje de contratos indefinidos están mezclados los indefinidos de verdad y los indefinidos de los Playmobil. ¿A que es maravilloso? No vaya a ser que andes contando y separando cosas como un griego malvado.

Resulta curioso que, por ejemplo, sí que tenga un código específico 139 el contrato indefinido a jornada completa para discapacitado por conversión de contrato temporal previo. Pero que luego en el código 100 se mezclen indefinidos de verdad con indefinidos con rueditas a los lados para no caerte hasta que seas mayor y te compres la bici de mayores como la de papi.

Tampoco hay que olvidar que los contratos indefinidos ordinarios, los de papá, son peores que antes de las reformas laborales del 2012 y del 2010. Sí, sí, la del 2010 también. ¿Por qué? Pues porque en la del 2010 se facilitó el despido objetivo y más aún en la del 2012 y porque en la del 2012 se abarató el despido improcedente. La única diferencia entre temporal e indefinido es el importe de la indemnización, porque el indefinido no tiene nada de fijo ni siquiera en la administración pública.