"No te pago porque no puedo." ¿Te suena?

"Oye Toño, que te quiero decir que eres un mecánico muy bueno y que estoy muy contento contigo y que aquí tendrás trabajo siempre que quieras, pero es que este mes tampoco te puedo pagar porque no tengo dinero porque me deben un montón y no me pagan. Tampoco te puedo despedir porque me haces falta y porque tampoco tendría para pagarte el despido y además no quiero dejar a tus hijos con un padre en el paro."

¿A que te suena este rollito de Paco el del taller? Claro, porque es el canto nupcial del empresaurio hispánico en celo, tan abundante en su habitat natural, que es toda Españistán. Lo malo es que los padefos suelen quedar prendados de este canto, cual indefensas doncellas. Sobre todo cuando viene acompañado del típico baile nupcial, en el que el empresaurio se da golpes de pecho al son de "en cuanto me paguen te pago". El resultado del encantamiento es que los padefos son cruelmente sodomizados por el empresaurio, es decir que les deja de pagar durante varios meses y los padefos se dejan e incluso están contentos de tener trabajo, porque eso es un tesoro hoy en día, oiga usted, tampoco vamos a andar queriendo cobrar también, que no se puede tener todo.

Pero la realidad legal es que la relación laboral en Españistán es por cuenta ajena. Eso se entiende muy fácil: que una cosa son las cuentas del empresaurio y otra cosa son las cuentas del trabajador. Traduciendo: que te da lo mismo que no le paguen a él porque eso no implica que desaparezca su obligación de pagarte a ti. Es decir que, sea cual sea la razón por la que no te pague, podrías interponer y ganar una demanda de reclamación de cantidad laboral en la cual le condenarían a pagarte. Como es obvio, no eres tú quien tiene que demostrar que no te han pagado sino que sería él quien tendría que demostrar lo contrario. Dicho de otra forma: al juez no le importaría la razón del impago sino que simplemente comprobaría si hay impago y en caso de que lo haya condenaría al pago de la deuda. Es más, podrías incluso iniciar acciones de extinción voluntaria indemnizada por impagos o retrasos graves, que es una de las formas de irse voluntariamente de la empresa cobrando indemnización y paro, las dos cosas en este caso.

¿Y que pasaría si ganaras la demanda pero no te pagara? Pues pasaría que entonces podrías pedir la ejecución de la sentencia sin necesidad de demandar otra vez y esa ejecución significaría el embargo de los bienes de la empresa. Es decir que les "cogerían" el dinero del banco y/o les embargarían los coches, locales, etc. etc.

Pero en previsión de ese ligero inconveniente nace otro de los más famosos truquitos de empresaurio, que es el tener dos o más empresas para la misma actividad. Es decir que Paco tiene un taller pero dos empresas. Con la empresa A contrata a los trabajadores, paga muchos gastos y factura pocos ingresos. Con la empresa B no tiene trabajadores y factura muchos más ingresos que con A. O directamente B le mete una factura falsa a A para poner a salvo los beneficios de A y transformarlos en beneficios de B. De esta forma A está siempre en pérdidas o como mucho en pequeñísimos beneficios y, lo más importante, el local y los bienes son de B y no de A. Si un empleado impagado de A demandara, seguramente que solo demandaría a A pero no a B ni menos aún a Paco; por no decir que eso sería casi seguro lo que sucedería si la representación del trabajador la llevaran en ciertos sitios. Entonces el empleado gana a A, pero no le pagan y se pide la ejecución; pero A no tiene ni dinero ni bienes que ejecutar. Entonces A es declarada insolvente y el empleado procede a la reclamación de la deuda al FOGUASA, el cual le pagaría pero muy tarde y con varios límites. Y Paco el del taller descojonao de la risa porque todo esto lo tenía previsto desde el principio, lo habría hecho ya 100 veces antes y lo hará otras 100 después.

Pero entre la manada padefil hay inflitrados unos pocos ejemplares de chicos listos. Cada día más y eso se nota en Laboro perfectamente. En primer lugar esos chicos listos no se esperarían 7 meses para demandar. En 2º lugar esos chicos listos no demandarían solo a A sino también a B y a Paco como persona física y administrador responsable. Y podrían tener pruebas de que es B quien factura los coches que ellos arreglan como mecánicos empleados de A. O sabrían que en las demandas se puede solicitar al juzgado que requiera a las empresas las pruebas necesarias para el caso, como podrían ser las facturas falsas (por ejemplo por "alquiler" del local) que B emite a A para dejarla en la insolvencia. En ese caso el chico listo podría ganar. Es más, podría suceder que ni llegara el asunto a juicio sino que Paco le pagara antes cuando viera que le pueden desmontar el chiringuito. ¿Y qué? Pues que Paco sigue descojonao de la risa porque realmente él no le habría pagado nada al chico listo sino que se lo habrían pagado el resto de trabajadores que nunca hubieran reclamado sus deudas o lo hubieran hecho pero acabando en el FOGUASA.

Y este es, señoras y señores, el panorama actual dentro del habitat del empresaurio hispánico. El habitat de la nutria a lo mejor está en peligro, pero el habitat del empresaurio hispánico está en clara expansión. Por resumir, cuando un empresaurio deja de pagar total o parcialmente a su plantilla se suelen dar los casos o fases siguientes:

  • Los padefos no hacen nada. De vez en cuando les paga algo para disimular y que sigan creyendo que tarde o temprano el asunto se solucionará. Los padefos se van al bar a echarle la culpa a los sindicatos y a los griegos que se jubilan en la 1ª comunión.
  • Algún padefo encuentra otro trabajo y se marcha sin cobrar finiquito ni deuda y el milagroso ciclo de la vida padefil se repite de nuevo.
  • Algunos padefos mendigan "los papeles del paro". Paco a lo mejor se los da magnánimamente, porque ya se sabe que el paro lo pagan los empresaurios y los expresidentes de comunidades autónomas, no los trabajadores con sus cotizaciones, que eso es mentira de griegos funcionarios. Pero se los da solo a cambio de pactar el despido, con lo que el dinero sí que sale de la empresa pero se lo queda el empresaurio en B.
  • Algún padefo, rojo de rubor virginal, se atreve a mencionar algún día la posibilidad de "denuncia", ya si eso porque denunciar pa'na ¡es tontería! Pero es inmediatamente aplacado por el resabiado Paco mediante la entrega del cáliz de la salvación: la carta de reconocimiento de deuda.
  • Algún padefo o incluso varios o incluso todos se convierten en seres humanos radiactivos por exposición a la hispañita y van y demandan los tíos. Pero solo la reclamación de cantidad a la empresa A. Tras un largo proceso, les paga Rita la cantaora (FOGUASA) perdiendo mucho tiempo y dinero por los límites.
  • Algún chico listo habrá...

Sería curioso que los profesionales, sindicalistas, delegados y/o laboristas en general contarán su "record" particular. ¿Cuántos meses o años de impago habrán visto dejar pasar a los padefos sin hacer nada? Eso suponiendo que solo "ir a preguntar" por primera vez lo consideremos hacer algo. Porque seguramente serían muchos meses más si suponemos que hacer algo no sea solo ir a preguntar sino luego interponer una solicitud de acto de conciliación o al menos reclamar la deuda por escrito a la empresa para bloquear la deuda.

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