Si no te gusta, me despides.

El problema que tienen muchos empresarios es la falta de personal. Por eso, el paradigma de las relaciones laborales ha cambiado. Antes el empresaurio le decía al trabajador: “si no te gusta, te vas, que tengo mil esperando”. Pero ahora los chicos listos pueden darle la vuelta a la sartén y cogerla por el mango: “yo trabajo así y si no te gusta me despides, que tengo mil empresas esperando para contratarme”.

Muchos trabajadores no piensan que el típico “si no te gusta te vas” no es más que un farol en muchísimos casos. Fijaos en que la frase normalmente no acaba con “te despido”, sino con “te vas”. ¿Por qué? Hay dos razones posibles, por no decir seguras. La primera, porque no tengan realmente ninguna intención de despediros, dado que el despido puede ser un problema mucho mayor para la empresa que para el trabajador y más aún para una empresa con falta de personal. La segunda, porque no tengan intención de pagaros la indemnización de despido improcedente y menos aún tengan intención de exponerse a una posible readmisión por despido nulo, según fuera el caso. Si trabajáis en la empresa será porque produzcáis un beneficio, por lo que el despido no solo lo finalizaría, sino que además generaría gasto.

Pero los trabajadores se creen el farol, siguen trabajando en malas condiciones, habitualmente por hacer horas extras ilegales, y al final sí que se van. Pero no caen en la cuenta de que se han ido por un problema que ellos mismos se han creado, ya que son ellos los que hacen esas horas extras ilegales. Las horas de trabajo no las hace la empresa, sino el trabajador. Una cosa es irse de la empresa porque no te guste una cosa que haga la empresa y no dependa de ti, como pagarte menos y/o pagarte tarde; pero otra cosa es irse de la empresa porque no te guste una cosa que haces tú.

Al irse voluntariamente de la empresa, estos trabajadores demuestran por la vía de los hechos que el problema prioritario para ellos no es el despido o perder el empleo, sino las horas extras ilegales. Es curioso, por no decir patético, que antes de irse sean muy pocos los trabajadores que prueben algo tan sencillo como dejar de hacer las horas extras ilegales. Si el problema son las horas extras ilegales, por encima de la posibilidad de perder el empleo, no haciendo las horas extras ilegales se acaba el problema, pero no se acaba el empleo ni el salario. La pelota queda en el tejado de la empresa y será problema de ella que les despidan o no. Pero si les despiden será pagando, porque es obvio que no hacer horas extras ilegales no es causa válida de despido disciplinario.

Esta forma de plantearse las relaciones con un empresaurio siempre ha sido posible, aunque pocos trabajadores la utilizaran. Pero ahora es más posible que nunca, a causa del problema de falta de personal que hay en muchas empresas. El "si no te gusta me despides" es simplemente una forma de comportarse en el empleo, sin ninguna necesidad de verbalizarlo. Por ejemplo, cabe la posibilidad de que un trabajador estime necesario y conveniente no hacer horas extras ilegales, no hacer funciones de un grupo profesional superior a las que les corresponda un salario superior que no le paguen, no trabajar los días que no tenga la obligación de hacerlo, no usar medios personales (teléfono, ordenador…) en su trabajo, etc. etc. Todo ello por la vía de los hechos. Si no te gusta, me despides; pero mientras no me despidas, esto es lo que hay.

Si llegara a haber un enfrentamiento, los chicos listos incluso podrían aprovechar la oportunidad para disfrutar del momento. Manolo, yo trabajo como estimo conveniente y no me faltan empresas para trabajar. Ya sé que me puedes echar cuando quieras pagándome el despido y yo me voy a cobrar el paro, pero supongo que tú también sabrás que yo también te puedo "echar" a ti yéndome de la empresa cuando quiera sin pagarte nada.

Cada vez más trabajadores se están comportando de esta manera, sobre todo trabajadores altamente especializados, y muchos han contado su experiencia en Laboro. Pero llama la atención que no lo hagan los trabajadores que quizá más fácil lo tendrían. Nada puede explicar objetivamente que un camarero o un camionero se vayan voluntariamente de su empresa, sin indemnización ni paro, porque no aguanten echar 12 horas diarias 6 días a la semana en una empresa en la que falte personal. ¿Qué mecanismo mental les impide simplemente dejar de trabajar cada día a la 8ª hora o a la que consideren conveniente? Si no le gusta al jefe, que los despida. Si los despide, cobran indemnización y paro, pero si se van ellos no cobran nada. ¿Y seguro que les va a despedir? ¿Ah, sí? ¿El mismo gañan que tiene un bar en el que no encuentra camareros va a echar a uno de los pocos que tiene, o quizá el único? ¿Le va a echar porque solo trabaje 40h semanales y desde entonces no va a tener quien le haga ni siquiera esas 40h? ¿Cuánto dinero le costaría a la empresa tener un empleado menos? ¿Y además le van a echar pagando? Pues a lo mejor sí, pero eso: pagando y con paro. Sería problema del gañán.

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