Cuando eso sucede, el trabajador tiene la posibilidad de presentar demanda de impugnación de la sanción, que es de las más sencillas. No tiene nada que perder porque es gratis, al no tener obligación de contratar abogado y no proceder condena en costas en caso de perder, por lo que si perdiera se quedaría igual que estaba antes de demandar. Pero sí que tendría mucho que ganar, porque si ganara le tendrían que pagar y cotizar el sueldo de esos X días pero él no tendría que recuperar las horas de trabajo de esos X días. Sin olvidar que a la empresa corresponde la carga de probar que realmente se hayan producido los hechos sancionados, que sean falta sancionable y que la responsabilidad sea del trabajador.
También puede suceder que el trabajador no demande y se lo tome como unas vacaciones no retribuidas. ¿Que no me vas a pagar X días? Pues me da exactamente lo mismo porque yo tampoco voy a trabajar esos X días. De esta forma es la empresa quien pierde más, ya que el trabajador ha sido contratado porque genera un beneficio superior al coste de sus salarios y cotizaciones.
Por todo ello, las sanciones de X días de empleo y sueldo no suelen ser del agrado de las empresas, porque son un problema tanto cuando el trabajador presenta demanda como cuando no la presenta. Por eso se inventó el truco de la “amonestación por escrito”, que figura como posible sanción en muchísimos convenios. Esta amonestación es una carta en la que digamos que te echan la bronca, te avisan de que lo que dicen que has hecho se supone que incumple las normas, pero no te sancionan con X días de empleo y sueldo, sino que solo te advierten de que a la próxima podrían tomar medidas más graves. Los empresaurios más listillos no usan los sustantivos “falta” o “sanción” en la carta, sino que hablan de irregularidades, bajos rendimientos, comportamientos inadecuados, conductas reprobables, advertencias, etc.

A ver si te crees que esto de las amonestaciones por escrito se inventó para que los empresarios buenos, como el padre de Fiona, te echen una pequeña regañina con la sana intención de que corrijas tu malvado comportamiento. Al trabajador se le corrige, se la regaña o se le echan broncas verbalmente, no hace falta hacerlo por escrito. Además de que es más que obvio que a ningún trabajador le hace falta que le digan que le pueden despedir sin indemnización en caso de que cometa faltas lo suficientemente graves.
El verdadero objetivo o utilidad de estas amonestaciones es doble. En primer lugar, la empresa te sanciona igual, pero se ahorra la perdida de beneficios que supondría que tú dejaras de trabajar X días. En segundo lugar, el empresaurio se guardaría esa sanción como si fuera la carta comodín +4 del juego del Uno. Si en el futuro quisiera despedirte, pero sin pagarte la indemnización de despido, te comunicaría otra falta y te despediría por acumulación con las faltas graves o muy graves de las amonestaciones anteriores que no impugnaste.



Ni todas las empresas son malvadas ni toda persona trabajadora una santa
ResponderEliminarHas descubierto que el agua moja
EliminarEvidentemente, pero esto es un blog sobre derechos de los trabajadores.
EliminarTrabajadores no santos suelen ir de la mano con empresas hijísimas de puta por lo que lo uno va con lo otro.
EliminarPoquísimos trabajadores putean a una buena empresa porque es más difícil caer en una que te salga el último cromo de la colección de la Liga del año en curso.
Por otro lado, si es mu malo el trabajador la empresa puede sancionar y despedir. Pero ha de demostrarlo.
Sí, María, pero el % de personas buenas en el mundo supera por mucho el de empresas buenas.
EliminarLas empresas nos consideran números a todos nosotros, tanto a empleados como clientes. Y esto es así porque su objetivo es únicamente ganar dinero, a toda costa. La moral de la mayoría de empresas acaba justo en los límites del marketing y la legislación (y la última muchas se saltan a la torera haciendo competencia desleal a otras empresas de su mismo sector).
Así que, hoy en día y tal como están las cosas, como ciudadanos es mucho mejor estrategia, y casi un deber, pensar que todas las empresas son malvadas, tanto desde el punto de vista del trabajador, como del cliente. ¿Que hay excepciones? Por supuesto, pero son las menos.
Como consumidor y trabajador, pienso que es más probable que una empresa me esté intentando timar (con la calidad de productos o servicios, precios, sueldos, etc.) que ayudar. Así que es mucho mejor estar prevenidos, desconfiar y considerarlos siempre el enemigo. A la larga, saldrás ganando.
Contestando a María, pero también a los demás, ni siquiera es un tema de bondad o maldad. Es un tema de legalidad. Laboro comenta muy a menudo que las empresas con buena asesoría, no Asesoría Pepe, te dan la sanción o el despido o lo que sea bien hechos. Y aún así el trabajador siempre puede demandar.
EliminarSi me dan una sanción y no está bien hecha, a mí me da igual que la empresa lo haya hecho por desconocimiento o a propósito para allanar el camino a despedirme. Es tan fácil como devolver la pelota a la empresa, demanda, y ante el juez la empresa ya no es juez, sólo parte. Y tiene que demostrar que la sanción está bien puesta, o perderla.
Obviamente el trabajador tiene todo su derecho a oponerse a la sanción de amonestación por escrito, al igual que la empresa tiene el suyo de sancionar una falta. Yo únicamente estoy poniendo la vista en el enfoque que se le da a la publicación, dando por hecho que la malvada empresa te está queriendo engañar con una sanción de amonestación por escrito porque busca poder despedirte en el futuro… a ver, las empresas lo serán hermanitas de la caridad pero trabajadores que buscan el despido también los hemos visto todos. La empresa lo que hace es sancionar una falta, que parece que se nos olvida que es el punto de partida. Si no existe tal falta o está justificada su acción, el trabajador debe de oponerse a la sanción, sea esta una amonestación por escrito o una suspensión de empleo. Tan simple como indicar que llegado el caso se puede o se debe hacer demanda en ese sentido. Pero de ahí a valorar que la malvada empresa te engaña cuando hace ese tipo de sanciones o que el pobre trabajador es un ser de luz, hay un trecho.
EliminarTotalmente de acuerdo con Víctor en que es una cuestión de legalidad. Y creo que deben de impugnarse todas las sanciones que no estén debidamente fundamentadas, por muy leves que nos parezcan.
EliminarUnicamente discrepo en las formas de enfocar el tema, es lo que me rechina
Bueno es saberlo. Conviene estar atemto a ese tipo de comunicaciones para que no le pillen a un@ por sorpresa
ResponderEliminarBuenas.En mi empresa pidieron a un trabajador que se había caído de dos cuerpos de andamio que diría que solo cayó de uno.Asi no hacía falta arnés y se libraban constructor y mi empresa de multas.Despues de curadas rotura de vértebras y magulladuras a los 15 días a la calle.Cosas así te hacen reflexionar
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