Los ERTE no son ninguna novedad de la pandemia. Por supuesto que tampoco fueron una novedad de la reforma laboral de 2012 del PP. Ni siquiera fueron una novedad de la reforma de 2010 del PSOE. Ya existían en el ET de 1995 pero solo en su modalidad de suspensión, no en la de reducción de jornada. Fue el PSOE el que amplió drásticamente los ERTE en junio de 2010 añadiendo las reducciones entre el 10 y el 70%. En la reforma de 2012 del PP solo se reglamentó el procedimiento para aprobarlo. Pero si ya existían desde hace más de 20 años, ¿por qué casi ningún trabajador los conocía hasta ahora ni había oído nunca la palabra "ERTE"? Pues muy sencillo, porque hasta la pandemia fueron muy pocas las pequeñas empresas que hicieron ERTE ya que a ojos del empresaurio hispánico tienen cuatro claros inconvenientes:
- Durante el ERTE las empresas tienen que seguir pagando las cotizaciones aunque no tengan que pagar el salario, por lo que de cada 130€ siguen pagando 30€.
- Todos los ERTE por causas económicas, técnicas, etc. hay que negociarlos con los representantes de los trabajadores. Aunque afecten a un solo trabajador. Aunque en la empresa no haya representantes porque la empresa se ocupara de impedir las elecciones sindicales, porque si no hubiera se tendrían que nombrar unos representantes temporales. Es decir que para Manolo el del bar, hacer un ERTE es llamar él mismo a la puerta de los sindicatos, que de paso podrían conseguir que después sí que se hicieran elecciones y reclamar un montón de cosas más.
- Durante el ERTE, los empleados no trabajan pero cobran el paro. Eso directamente no lo pueden soportar Manolo el del bar y Paco el del taller porque para ellos significa que gracias a la empresa el trabajador va a cobrar algo pero sin que la empresa reciba nada a cambio. Recordemos que el empresaurio hispánico le llama a esto "darte los papeles del paro". Es decir que para Manolo el del bar el paro es una cosa que te da él si quiere y por supuesto a cambio de que le firmes el finiquito como él te diga y sin poner "no conforme".
- Durante el ERTE los trabajadores siguen aumentando su antigüedad, con lo que si posteriormente los quisieran despedir sería más caro.
Esto Manolo el del bar lo resolvió hace años: "que el ERTE lo haga su p... madre, que yo hago despidos de toda la vida y yastá". Porque para algo el PP le facilitó hasta el infinito las causas de despido objetivo en la reforma de 2012. Porque se puede tener otra empresa para sacarle el dinero a la del bar, dejarla en insolvencia y que pague las indemnizaciones el FOGUASA. Coser y cantar. Todo fue así hasta la pandemia de COVID-19.
Pero llegó la pandemia, se declaró el estado de alarma y una de las primeras medidas legales fue que las empresas no pagaran cotización a la SS en los ERTE de fuerza mayor, aunque sí en los de causas económicas. Además los ERTE de fuerza mayor no se tienen que negociar con los representantes de los trabajadores. Por lo que desaparecieron de golpe los dos primeros inconvenientes de los ERTE, llegó Paco el del taller, con la ayuda de su "asesoría Pepe", y lo resolvió igual de fácil que antes: "pos digo que tengo fuerza mayor, solicito el ERTE y si no me contestan se considera aprobado por silencio administrativo positivo y yastá". Coser y cantar. Así lo hicieron todos los empresaurios, tanto los que realmente tenían causa de cierre temporal por fuera mayor como Manolo el del bar como los que no la tenían como Paco el del taller.
Mientras tanto los trabajadores cobrando el paro. ¿Pero sin trabajar? No hombre no. Probablemente sean centenares de miles los trabajadores que han estado o están de ERTE de suspensión o reducción pero han seguido trabajando a jornada completa desde casa o incluso en la sede de la empresa. Porque no olvides que Manolo y Paco tienen que eliminar también el tercer inconveniente de los ERTE indicado anteriormente. De hecho, muchísimos empresaurios no les han dicho a sus trabajadores que los ERTE sean una suspensión de contrato o una reducción de jornada durante la que no trabajan y cobran el paro sino que les han dicho que es una ayuda por la que "el Estado" les va a pagar el sueldo pero tienen que seguir "arrimando el hombro".
Por tanto, no los llaméis ERTE al menos en el caso de los empresaurios hispánicos. LLamadles subvenciones a las empresas para que hagan ERTE. Llamadlas nacionalización de salarios, es decir seguir pagando con la SS el 70% del sueldo de los trabajadores para que las empresas no les paguen el despido. Describidlos si queréis como rescate con fondos europeos, porque así es como se van a pagar o financiar. Pero no los llaméis ERTE porque los ERTE siguen siendo lo mismo que antes y volverán a ser lo mismo de antes. Es decir que en cuanto desaparezca la subvención desaparecerán automáticamente los ERTE y volverán los despidos de toda la vida porque el despido objetivo sigue estando igual de fácil que lo dejó el PP y porque meter facturas o alquileres o nóminas desde el empresario o su familia o sus otras empresas sigue siendo igual de fácil que antes y no lo mira nadie cuando despiden a los trabajadores. En resumen, esto de "los ERTE" no es ni más ni menos que subvencionar con dinero público el retraso de unos despidos que acabarán produciéndose igualmente tarde o temprano.
Esto no quiere decir que los ERTE subvencionados sean siempre una mala idea. Son una mala idea cuando falta el control del fraude a posteriori por la Inspección de Trabajo y por la Administración Pública en general. Porque estaréis hasta las narices de ver en la tele detener a uno por no llevar mascarilla o el vídeo de la boda de Antoñito en las que nadie la llevaba, pero a lo mejor podéis esperar sentados a ver en la tele que han sancionado a no sé cuántas empresas de Madrid o de Murcia por fraude en los ERTE de fuerza mayor. O al menos verlo en la prensa, en las redes sociales o que se comente en el mundillo. Pero eso no está pasando porque si pasará obviamente se sabría. En el momento en que empezara una campaña real y eficaz de controles y sanciones se acabaría el fraude. Lo que no sale en la tele no existe.
Mil millones de gracias por tu sabia labor, laboro-s-pain!
ResponderEliminarSupongo que a ti, la comida en la despensa te la pone papá estado. Por eso hablas asi de los "empresaurios", que tu eres muy digno.
ResponderEliminarchupito
Eliminary tu debes ser de esos empresaurios que se compran descapotables sisando el salario de tus trabajadores y rebajando todas sus condiciones de trabajo
EliminarNo opino, simplemente quedo a la expectativa del tiempo, pues lo que decis teneis mucha razon, pero estando en este estado de desastre ya veremos. Gracias
ResponderEliminarA ver.En está película de Teror quien es el malo?El que se come la tarta,o el que se la pone en bandeja?Yo diría que los dos son igualitos.A ver a quién votamos la próxima vez.
ResponderEliminarLamentablemente hay mucho fraude con los ERTE, pero habría que sobredimensionar tanto la inspección laboral para dar con todos ellos que el gasto sería absurdo. Lo que falta es buena cultura de empresa y del trabajo, de respeto de los contratos y de no tratar de ser el más listo y oportunista. Buena fe contractual en resumen.
ResponderEliminarNo te creas, no hace falta pillarlos a todos, solo con que se aumentara la inspección para que pillasen no sé ¿al 10-15%? (no solo para los ERTEs, digo en general) ya no tendrían la sensación de impunidad que tienen actualmente, y eso implicaría que no se reduciría el fraude en un 10-15% de los que pillan, sino en un 30-50% entre los que pillan y los que no se la juegan.
EliminarAdemás de todo el dinero que recuperarían esos inspectores entre lo que se cotice correctamente (por pillada o por miedo) y las sanciones de las pilladas.
Mi empresa está en concurso y tiene gente de erte. Y ha contratado personal habiendo gente de erte...en otras secciones diferentes
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