Los trabajadores son muy aficionados a quejarse de sus problemas comunes e incluso algunos de ellos identifican algunas consecuencias del problema, aparte de las obvias, y proponen soluciones. Por ejemplo, supongamos que estuviéramos hablando del problema de las horas extras ilegales (si por tal entendemos las no pagadas ni cotizadas). Todos los trabajadores están de acuerdo en que eso les perjudica a ellos. No todos repararán en que las horas extras ilegales suponen competencia desleal de las empresas que las practican respecto de las que no las practican, pero algunos sí que lo harán. Es decir que el diagnóstico del problema será correcto. Pero lo que llama la atención es la "solución" que casi todos propondrían, que sería que prohibieran las horas extras ilegales. Pues bien, a esta "solución" cabe hacerle dos objeciones:
- La primera objeción es que es más que evidente que las horas extras ilegales ya están y siempre han estado prohibidas. Por eso se llaman ilegales. Incluso están prohibidas algunas horas extras aunque las pagaran y las cotizaran. Pero es que todo eso da lo mismo porque en este artículo no vamos a hablar de horas extras ni menos aún de aspectos técnicos de la legislación laboral sino de para qué están los juzgados y la Inspección. Paciencia y sigue leyendo.
- 2ª objeción y principal: ¿y qué que estén prohibidas? Curiosamente, también está prohibido matar perros y robar coches pero ambas cosas suceden aunque estén prohibidas, aunque generalmente mucho menos habitualmente que las horas extras ilegales, el salario por debajo de convenio, la cesión ilegal de trabajadores, los contratos temporales en fraude de ley e incluso los delitos contra los trabajadores.
Además el españistano suele poner medios para que no le roben la moto ni le entren en su casa. El ladrón se lo tiene que currar. Pero para que un empresaurio consiga que un padefo haga 10h extras ilegales semanales solo tiene que decírselo. Incluso a veces ni eso. Hasta existen ejemplares extraordinarios de padefo deluxe que además agradecen a la empresa que se preocupe de darles más trabajo en forma de horas extras ilegales, "para que entre todos saquemos esto adelante y así no nos quedemos en la calle".
Por supuesto, la excusa favorita del padefo suele ser que la negativa o la denuncia conducen al despido. Pero si Perico aplicara esta misma excusa en otros aspectos de su vida entonces un ladrón no tendría que ingeniárselas para robarle la moto sino que simplemente se la pediría. Perico no solo le daría las llaves sino que además se mostraría agradecido y complaciente. Incluso Perico estaría dispuesto a firmar unos documentos que dijeran que le habría vendido la moto al ladrón por 1.000€ pero sin cobrarlos realmente. Porque claro, si el ladrón se enfadara le podría pegar a Perico o robarle mañana también el coche, o incluso robarle también a su familia; por lo que lo lógico según Perico es dejar que el ladrón se lleve la moto sin poner problemas y menos aún denuncias.
Si le citaras estas analogías al Perico que tengas más cercano, que siempre habrá alguno, puede que te negara la mayor, alegando que por lo de la moto sí que denunciaría pero por lo de las horas extras no. ¿Por qué? Pues porque no es lo mismo. ¿Por qué no es lo mismo? Pues porque es lo que hace todo el mundo y todo el mundo lo dice, sobre todo en el bar, que es la prueba irrefutable de que Perico tiene razón. Perico conoce a todo el mundo, pero tú no. Perico te dice que "es por ley", aunque no te diga nunca qué ley dice eso y dónde exactamente. No te lo dice, aparte de porque no tenga ni la menor idea, porque no le hace falta porque lo sabe todo el mundo, con lo que volvemos al principio y el final siempre es el mismo, que no puede ser otro que Perico sabe que tiene razón.
Pero obviamente Perico no tiene razón, con lo que volvemos al objetivo de este artículo, que es explicar que los juzgados y la Inspección no están para evitar que Perico haga horas extras. En Españistán parece que no se entiende plenamente el significado de la responsabilidad personal. Es el trabajador quien hace las horas extras ilegales, no la empresa. Si Perico hace horas extras a sabiendas de que no se las van pagar, la responsabilidad de haberlas hecho será suya. De la empresa será la responsabilidad de no habérselas pagado y de no haberlas cotizado a la SS, que es otro asunto completamente diferente.
¿Ponemos a un juez y a un inspector personal para cada Perico para que le siga todo el día diciéndole lo que no tiene que hacer? ¿Que lo saque de la oreja de la empresa cuando acabe su jornada ordinaria? Quien se dedique a esto sabe de sobra que aunque eso fuera posible con Perico no serviría de nada. Cada uno debe ser responsable de lo que hace y de lo que no hace. No solo la empresa sino también el trabajador. Hay trabajadores que sencillamente no asumen su responsabilidad personal sobre lo que hacen y no hacen sino que quieren que esa responsabilidad la asuma otro, para que siempre puedan echarle a otro la culpa de lo que les pase. Según Perico, la culpa de lo que le pase a él será de la empresa por putearle, de los jueces y los inspectores por "permitirlo" y de los sindicalistas por pedirse cazuelas de gambas al ajillo. Pero Perico nunca creerá que sea él quien tenga que poner algo de su parte o incluso poner la parte principal, porque Perico tiene razón según él, porque lo sabe todo el mundo y es lo que hace todo el mundo. Que vengan Batman y Spiderman a pegarle a su jefe pero sin decirle por qué, no fuera que el jefe se creyera que hubiera sido Perico quien los hubiera llamao.
Perico quiere que sea otro quien le solucione su problema laboral. El "razonamiento" interno habitual de Perico es extraordinario: Perico paga impuestos de los que viven los jueces, los inspectores e incluso algunos sindicalistas, por lo que la obligación de todo ellos es solucionarle a él sus problemas. Con esta regla de tres, la obligación del médico también es curarle cuando esté enfermo pero sin que Perico siga tratamiento y sin que Perico vaya a la consulta. Que se busque la vida el médico para curarle y que vaya a casa de Perico de vez en cuando para tomarle la tensión, que para eso cobra y ha estudiao con beca.
Perico aplica este tipo de "razonamiento" especialmente con el comité de empresa o delegados de personal, elegidos en las elecciones sindicales en su empresa. Perico no se presenta en ninguna candidatura. Perico no acude a las reuniones informativas. Perico ni vota o vota a la candidatura del gusto de la empresa. Perico jamás secunda ninguna acción colectiva ni testifica contra la empresa en una denuncia o demanda, sino todo lo contrario. Pero Perico llama periódicamente a su delegado favorito contándole las putadas que la empresa le hace para que el delegado se las arregle, el delegado denuncie, etc. etc.
Dicen que en los años 60 eran legendarias las juergas que se corrían Fernando Fernán Gómez y Paco Rabal, por lo que cierto antiguo redactor jefe del diario Marca se quiso "apuntar". Los tres salieron con tres chicas y luego se fueron a un piso. Paco Rabal se llevó a una de las chicas a una habitación y cerraron la puerta. El redactor esperaba en el salón to ilusionao a ver lo que le tocaba a él. Entonces el Señor Fernán Gómez le dijo: "si quiere le traigo una manta y se acuesta en el sofá, pero desengáñese porque Paco se va a tirar a las tres." Que se desengañe Perico porque Batman se ha jubilao y Spiderman está de baja. En otras palabras: los milagros no existen y quien tiene que solucionar los problemas del trabajador es el propio trabajador. La jurisdicción social y la Inspección son herramientas para conseguirlo.
Entonces tanto los juzgados como la inspección de trabajo no tienen ninguna validez, salvo la de tramitar el paro cuando el trabajador denuncie. A no, eso lo hace el propio trabajador en el SEPE.
ResponderEliminarHola Perico
EliminarBrillante laboro, voy a difundir este artículo todo lo que pueda, porque dice verdades como puños. Y quizá consigamos que algún padefo deje de serlo... aunque tengo pocas esperanzas la verdad...
ResponderEliminar¡¡Enhorabuena laboro!!
Coincido totalmente contigo, cada trabajador debe ser consciente que él es el primero que ha de mirar por sus derechos . Deben analizar su situación, informarse si tienen dudas / temores y tomar decisiones. Entender esto es clave para que pasemos de ser una sociedad de padelfos a una de ciudadanos libres :).
ResponderEliminarEl padefo tiene el superpoder de la supermodestia, por la cual el padefo niega que lo es y adjudica este honor a los demás. Si el padefo no sabe que es padefo o niega serlo no puede dejar de serlo, como el alcohólico. Porque "yo controlo".
ResponderEliminarAdemás ahora los padefos tienen la reforma laboral, que ninguno se ha leído ni sabría incluso qué es lo que tendría que leer, como excusa perfecta para no hacer nada. Porque según los padefos, tras la reforma las empresas pueden hacer lo que quieran "por ley", por lo que el padefo se autoexime de toda responsabilidad al respecto de su empleo.
Los que sí que saben que son padefos son los que pueden dejar de serlo en un momento determinado.
Tras 4 años como representante sindical, en mi sección sindical nos hemos dado cuenta que la gente piensa que nos llega un correo automaticamente cuando se comete alguna irregularidad: horas extra, mal uso de las categorías profesionales, presiones de los jefes, etc...cosa que dista mucho de la realidad. Es más, algunas veces cuando nos interesamos por las cosas, nos las ocultan por miedo a que "hagamos algo" y metamos a alguien en un lío. Y si nos llegamos a enterar y proponemos algo, piden inacción.
ResponderEliminarAparte cuando centramos el tiro y establecemos hoja de ruta, si es algo personal, todo el mundo se echa para atrás. Solo se nos apoya en conflictos colectivos y si no implica movilizaciones, es decir, si denunciamos dando la cara los delegados por todos.
Difícil la vida del delegado sindical.
Por eso me siento especialmente identificado con el artículo.
Casi 9 años con una categoria que no se corresponde con las funciones asignadas. Hace 3 meses demande a la empresa. Tras conciliacion sin avenemcia, dentro de unos dias se celebra juicio.
ResponderEliminarDenuncié ante la Inspección de Trabajo a una empresa, entre otras supuestas irregularidades, por contratación de un trabajador al que jamás vi aparecer por el centro de trabajo y que un buen día empezó a hacer llegar partes de baja. Al cabo de unos 15 días la respuesta de la Inspección de Trabajo fu que los asuntos planteados no eran de su competencia. Me remitieron al Juzgado de los Social. Si hubiera leído antes este artículo, lo habría tenido más claro.
ResponderEliminar¿Bravo, Laboro!
No sé si podré enlazar el siguiente artículo, pero rescato está frase: "Cuando tengo miedo de que me rechacen, trago con todo”
ResponderEliminarYo he usado el servicio de consultoría de este blog y es fantástico, pero de nada me serviría si no le pongo el valor para defender mis derechos, poder dormir sin tener en la cabeza los problemas laborales que surgen. Qué me quiere echar? Pues adelante, he pasado muchos años con la cantinela de un amigo que decía, "en la calle hace mucho frío" y me he dado cuenta que aunque he perdido casa, mi autoestima está mejor que nunca, que mi jefa nueva lo ha notado y valorado positivamente. Cada cual aprende a su ritmo y manera. Confieso que con cuatro décadas encima, es tarde, pero mejor que nunca haberlo hecho.
http://smoda.elpais.com/belleza/atrevete-con-el-no/
Pero es que a lo mejor perico no quiere denunciar porque en cualquier momento le puedan echar a la calle, si luego el denunciaria y lo que quieras y... ¿que se llevaria si lleva poco tiempo en la empresa?
ResponderEliminarPues por eso esta obligado a callarse la boca y perico sigue tragando con la mierda porque su familia no come del aire.
En primer lugar, para que el articulo sea cierto, tiene que haber muchisima mas proteccion al trabajador, porque hay sectores en los que irte a la calle puede significar no encontrar trabajo en meses y frente a eso y por un para de miles de euros si llega que se va a llevar prefiere callarse la boca, luego encima esta que puedas demostrar esas horas extra que lo mismo te ves en la calle y sin nada.
Por ultimo si te readmitieran veriamos el ambiente de trabajo que hay y volvemos a lo mismo, demuestra si quieres demandar etc.
Pero es que a lo mejor perico no quiere denunciar el robo de la moto porque en cualquier momento le puedan pegar, si luego el denunciaria y lo que quieras y... ¿que se llevaria si lleva poco tiempo en el barrio? Pues por eso esta obligado a callarse la boca y perico sigue tragando con los robos porque su familia vive en el barrio. En primer lugar, para que el articulo sea cierto, tiene que haber muchisima mas proteccion al denunciante, porque hay barrios en los que si los ladrones te cogen manía puede significar no encontrar amigos en meses y frente a eso y por un para de miles de euros si llega que se va a llevar prefiere callarse la boca, luego encima esta que puedas demostrar ese robo que lo mismo te pegan y sin nada. Por ultimo si te devolvieran la moto veriamos el ambiente en el barrio que hay y volvemos a lo mismo, demuestra si quieres demandar etc.
EliminarTienes toda la razón. Los trabajadores exigen que les soluciones el problema pero muy pocos lo intentan ellos. Después les pides apoyo o que se afilien y no quieren. Es dificil cambiar esta mentalidad por no decir imposible.
ResponderEliminarHola Laboro. Expléndido artículo, como todos los que leo, sinceramente. El problema principal que yo veo es que si Perico denuncia, se puede quedar sin trabajo. Un juez, posteriormente, puede dar la razón a Perico, pero la indemnización que se lleva Perico puede ser de risa, y además, no recuperará ese trabajo. Por eso se toleran muchas prácticas que hacen los empresarios, porque el trabajador en mi opinión, tiene todas las de perder, y hoy en día en Españistán encontrar trabajo quizá está más complicado, y por eso Perico prefiere hacer horas extras ilegales pero no perder su trabajo, que le da de comer y para pagar su piso. Y si el empresaurio echa a Perico, tendrá 5000 currículums más de gente dispuesta a someterse a sus "reglas". Un saludo!
ResponderEliminarbuen artículo laboro, divulgando el antiinmobilismo. Y muy acertada la comparación con denuncias por hurto, etcétera.
ResponderEliminarDe todas maneras un par de apuntes:
El titular da a entender una crítica a las instituciones judiciales(tribunales e inspección de trabajo) - que en realidad daría para 100 artículos, y luego la crítica es para ese porcentaje enorme de la sociedad que denunciaría por otras cuestiones pero sin embargo convierte en un territorio sin ley su puesto de trabajo, y si hace horas extras y no las cobra, ¡Trabaja Gratis! y da las gracias.
Pero en ocasiones conviene recordar también que la relación laboral es una relación de subordinación jerárquica y no un contrato entre iguales(Particular reconocido en alguna sentencia del Tribunal Supremo creo), lo que quiere decir que tampoco es todo tan fácil: Poder demandar a veces es una cuestión de aguante económico - casi siempre-.
Escenario 1:Demandas por las horas extras(que se te paguen las que has hecho y que dejen de obligarte si fuere el caso), te despiden, reclamarás la nulidad del despido y el juez posiblemente te dará la razón en las dos cosas... entre el despido y el juicio puede pasar un tiempo(Meses, puede alcanzar hasta un año y además no puedes nunca asegurar el resultado de una sentencia), la cuestión es aguantar económicamente todo el tiempo sin salario(diferente si tienes paro, si no, cuanto ahorro tienes,posiblidad de encontrar otro trabajo, salario que percibías, etc.) y no invisibilicemos la precariedad máxima y el miedo por puto terrorismo económico(la coacción en base al sustento mínimo para obligar a la obediencia e incluso por debajo de la ley... alguien tiene otro término mejor que terrorismo) que pueda tener un trabajador/una trabajadora.
Escenario 2: Resumiendo: Es negarse a hacer las horas extras -yo lo hago-, pero siempre hay que estar prevenido respecto al despido y otras represalias, sobretodo el despido, pues otro tipo de sanciones son realmente sencillas de impugnar. Pero el despido sin presentar indicios razonables de vulneración de derechos fundamentales, acaba en improcedente(A no ser que lleves más años que Matusalen, la indemnización no suele darte para aguantar muchos meses sin trabajar, por no decir que maldita la gracia que te despidan cada vez que te quejas.), es importante por tanto protestar y decir que no, pero dejar o constancias por escrito o por grabación. En definitiva defenderse sí, pero con cabeza.
Salud, K.
Buenísimo, impagable artículo. En lo que a mí me toca, delegado sindical, es tal cual. No solo esperan los padefos (TODOS mis compañeros)que vayas a arreglarles sus problemas de oficio, rápido, gratis y sin dar nombres, sino que cuando les explicas el significado de "representante" de los trabajadores echan pestes, amenazan con no votarte más y te recuerdan que para eso estas tú. Siento pensarlo y decirlo, pero se merecen lo que les pasa.
ResponderEliminarDa miedo enfrentarse a las ilegalidades en el trabajo por la amenaza del paro, pero está claro el objetivo del artículo: si TODOS tomáramos conciencia de que no nos pueden pisotear los derechos (como no se permite en otros aspectos de la vida)y supieran los empresaurios que cada trabajador individual no va a tolerar ilegalidades, se acabaría con la impunidad, pasaría a ser algo ocasional como los robos en casa. Pero en el caso que nos ocupa, tonto el primero.
Para poder denunciar algo tendría que recorrer 100 km y luego devolver el día perdido, tendríamos que tener mejor acceso a la justicia los trabajadores pues si no tendríamos que vender la moto para comprar gasolina.
ResponderEliminarY luego la dificultad para saber nuestros derechos