Cómo saber cuánto has pagado realmente de IRPF.

Por las redes sociales circulan constantemente bulos sobre el impuesto sobre la renta (IRPF), como que el Gobierno "confisca" a los trabajadores entre el 19% y el 47% de lo que ganan. Bulos no solo porque el pago se calcula por tramos, cosa que no vamos a explicar otra vez, sino sobre todo porque en muchos casos los trabajadores ni se acercan a ese supuesto mínimo del 19%. Por eso os vamos a explicar en Laboro cómo saber qué porcentaje pagáis realmente de IRPF.

Lo que pagáis de IRPF no tiene nada que ver con que la declaración anual del IPRF o modelo 100 os salga positiva (a pagar) o negativa (a devolver). Lo que se paga de IRPF no es el resultado final de la declaración anual. El importe que se paga cada año de IRPF está en la casilla “Cuota resultante de la autoliquidación” (casilla 595), que normalmente debería figurar en la penúltima página del PDF de la declaración anual o modelo 100. En cambio, el resultado final de la declaración (casilla 670) es la resta de lo que tenéis que pagar (casilla 595) menos lo que ya habéis pagado antes con las retenciones de IRPF (casilla 609) menos otras deducciones. Por lo que puede suceder que en una declaración con resultado final negativo se pague realmente más dinero que en una con resultado final positivo. Por ejemplo, si tuvierais que pagar 1.200€ y os hubieran retenido 1.400€, el resultado sería 200€ a devolver; pero si tuvierais que pagar 1.000€ y la retención hubiera sido de 600€, el resultado sería de 400€ a pagar.

¿A que es fácil? Pues hay quien en el primer caso estaría feliz de cobrar “otra paga extra” de 200€ y en el segundo caso escribiría indignado en sus redes diciendo que el Gobierno le ha confiscado 400€. Incluso hay webs muy famosas que dicen que lo que importa es el resultado final, que si es negativo “es bueno” y si es positivo “es malo”, que es la misma animalada que decir que una compra es buena si después de pagar te dan mucho dinero en las vueltas.

Pero lo más importante no es el importe indicado en la casilla 595, sino la proporción o porcentaje que este importe suponga respecto al total de ingresos o rentas que se hayan incluido en la declaración. Ese porcentaje es lo que realmente se paga de IRPF. Recordemos que el IRPF es un impuesto progresivo. Los que menos ganan pagan un porcentaje inferior e incluso pueden llegar a no pagar nada de IRPF. En cambio, el IVA es el mismo porcentaje para el rico que para el pobre.

En la declaración no hay una casilla que indique el total de vuestros ingresos, por lo que si queréis calcular el porcentaje de IRPF que habéis pagado tenéis que sumar todo lo que habéis ingresado por las rentas que se incluyen en la declaración. Los trabajadores que solo tengáis rentas del trabajo y “de bancos” podéis sumar los subtotales de la casilla 12 (total de rendimientos brutos del trabajo) y la 36 (total de rendimientos brutos del capital mobiliario), o sumar los certificados de la renta que os hayan emitido los pagadores. Una vez que sepáis cuánto habéis ingresado en total en bruto, podréis calcular el porcentaje que la casilla 595 (lo que habéis pagado de IRPF) supone respecto a ese total bruto.

Cuando calculéis el porcentaje, en muchos casos os sorprenderá por ser más bajo del que creíais e incluso inferior o muy inferior al supuesto mínimo del 19%. ¿Cómo es posible? Pero si el otro día la Anaflower y el Ferreras sacaron en la tele una tabla que decía que el IRPF va entre el 19% y el 47%. Pero si la misma tabla la han publicado en infinidad de páginas web de periódicos patriotas e incluso de bancos y asesorías. ¿Es que la tabla es mentira? Pues no. La tabla no es mentira, pero sí que es mentira que esos porcentajes de IRPF se apliquen al bruto ingresado por los trabajadores.

En la declaración del IRPF hay numerosísimas “desgravaciones”: gastos deducibles, mínimos personales y familiares, por hijos, por hipoteca, por discapacidad, por cotizaciones a la SS, por cuotas sindicales, deducciones autonómicas… Incluso hay rentas que están exentas de IRPF, como las indemnizaciones de despido cuando se hacen bien. Todas estas “rebajas” se aplican en momentos diferentes del cálculo del total a pagar de IRPF, de forma que los porcentajes, que además cambian según la Comunidad Autónoma, no se calculan sobre el bruto ingresado sino sobre el “rebajado”, por decirlo de una forma muy resumida e imprecisa, pero válida para que la entienda todo el mundo. Por eso, los trabajadores que menos ganan no van a pagar un 19% de IRPF ni de coña, sino que pueden pagar menos de un 5% o incluso no pagar nada.

Para identificar los bulos sobre el IRPF ni siquiera hace falta hacer muchas cuentas ni saber nada de fiscalidad. Basta con tener un mínimo de sentido común y leer un poco la nómina. Por ejemplo, supongamos el típico trabajador cuyas únicas rentas son de su salario, le retienen un 10% de IRPF en la nómina y la declaración anual le sale “negativa” (a devolver). Este típico trabajador debería sospechar que no solo no ha pagado un 19% de IRPF ni de lejos, sino que ha pagado menos del 10%.

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