En esos casos, es habitual que Jacinto empiece a mirar lo que dice su contrato, del que no cabría descartar que ni siquiera tuviera copia o que la hubiera perdido. Comprueba que el contrato no dice que tenga que dar clases y entonces pregunta o se pregunta si es “obligatorio” que tenga que enseñar a otro trabajador. Oiga usted, que a mí me contrataron como informático, no como profesor…
Es extraordinariamente evidente que laboralmente sí que es “obligatorio” enseñar a otro trabajador las funciones que tú haces en la empresa, porque si es “obligatorio” que las hagas cómo no va a ser “obligatorio” que las enseñes. Enseñar a hacer un Excel con macros chulacas entra de forma obvia en las funciones del informático que hace cosas con el Excel de esas que ponen botones nuevos en la pantalla con brujería o algo. Quizá a esas funciones les correspondiera un salario superior según la clasificación profesional del convenio, pero eso sería un tema diferente.
¿Pero qué c… importa que sea “obligatorio” o no? ¿Qué entiendes tú por “obligatorio”? ¿Desde cuándo a los empresaurios les importa tres c… lo que diga el convenio y lo que sea “obligatorio” o “legal” o no lo sea? Como tantas veces hemos dicho, al trabajador nadie le puede impedir físicamente el pensar y actuar igual que el empresaurio o aún peor, o mejor, según desde qué lado se mire.
En una situación así se puede empezar por analizar la situación real según la evidencia que haya al alcance, que puede ser muy diferente a lo que te cuente el empresaurio. ¿En la empresa hace falta otro trabajador para hacer tu mismo trabajo? ¿La empresa se va a gastar dinero solo para hacerte un favor a ti y quitarte carga de trabajo? ¿Hay nuevos clientes, nuevos proyectos o lo que sea que justifique ampliar la plantilla precisamente en tu puesto? Si hay nuevos clientes o nuevas cosas que hacer, ¿cómo es que tú no estás ya haciéndolas? ¿Las van a dejar a la espera de que las haga mal el novato después de que le enseñes? ¿Lo han contratado como una especie de apuesta porque la empresa cree que sí que va a haber más trabajo, pero antes de que lo haya realmente? ¿Cuánto cobras tú y cuánto va a cobrar el nuevo? Si formas a un nuevo empleado en tu puesto, ¿acaso no creas una causa para justificar tu propio despido objetivo como luego sobre uno de los dos? ¿Tú tienes reducción voluntaria de jornada y el nuevo no? ¿Has tenido bastantes conflictos con el empresaurio, incluso judiciales, o tienes uno pendiente de resolución? Pues eso. Que cada cual analice su situación y evalúe personalmente si considera probable que tarde o temprano le vayan a echar después de formar a su sustituto. O lo que es lo mismo: evaluar si el empresaurio quiere que forme a su sustituto con el objetivo principal de echarle a él. Más importante aún: evaluar si la empresa necesita que él forme a su sustituto para poder echarle.
Si la respuesta fuera que sí, nadie podría impedirte que te negaras a formar a tu sustituto o que lo formaras “mal”, si lo consideraras necesario y oportuno. Igual que el empresaurio considera necesario y oportuno no pagarte las horas extras y así lo hace, sin discusiones ni realmente llegar a negarte que te las vaya a pagar, sino que simplemente no te las paga. De la misma forma, sin necesidad de discusión ni reconocimiento expreso, tú puedes hacer lo mismo con la formación de tu sustituto. ¿Que te podrían echar por ello? Pues a lo mejor sí… o a lo mejor no. Cualquiera sabe. Sobre todo en los casos en los que Rufino es un simple vendehúmos o intermediario que tiene una empresa en la que realmente él no sabe hacer lo que hacen sus empleados. Como mucho sabe más o menos lo que hacen, pero no cómo lo hacen y menos aún sabría hacerlo con el nivel de calidad suficiente. Si no sabe hacerlo, no sabe enseñarlo. Si no sabe enseñarlo ni hacerlo, ¿cómo te va a echar? ¿Contratando a otro que sí que supiera hacerlo? Claro que sí, pero ¿cómo va a comprobarlo antes de contratarle? Que se arriesgue si quiere.
Yo lo hice mejor. Me fui voluntariamente a las 14:00 sin posibilidad de respuesta por parte del empleador.
ResponderEliminarTenía claro que no enseñaba a nadie.
¿Qué me descontaron el preaviso?, vale, pero les di el día y la semana.
Es lo que tiene ser un mal bicho.
A mí me ocurrió una situación similar. Yo en mi tiempo libre imparto formación relacionada con la actividad de la empresa en la que estoy contratado y los jefes lo saben, lo hago como autónomo. No tengo firmado exclusividad.
ResponderEliminarEl caso, es que algún cliente les solicitó formación y pensaron en mí. Claro que lo que no pensaron es que es una actividad distinta a la categoría profesional en la que estoy contratado y a mí no me contrataron para impartir formación y no pensaron en pagar esa actividad como un extra, si no seguir pagándome el salario mensual como siempre.
Yo me negué lo que les sentó fatal pero como es difícil suplantarme por otro no me despidieron. Les hice una oferta como a cualquier otro cliente y no he vuelto a saber del tema.
Y sigo en mi tiempo libre haciendo lo que me da la gana.
En otro trabajo anterior también intentaron colármela, quisieron montar una delegación en otra comunidad y que yo fuera a formar al personal sin antes hablar de pagar ese servicio como extra. Esto no llego a nada porque la delegación no se monto.
La conclusión que saco de todo esto, es que el empresaurio cuando te contrata piensa que tiene un esclavo a su disposición total. Yo he visto como a algún compañero ha tenido que ir a casa de la madre del empresaurio a configurar el router y luego a quejarse al bar.
El consejo de laboro de pensar como un empresario en tu puesto de trabajador es el mejor