El “sindicato” UGT ha sido condenado como delincuente.

Delincuente es quien comete un delito, sea persona física o jurídica, como un sindicato. Pues bien, una recientísima sentencia de la Audiencia Provincial de lo penal de Asturias ha confirmado que cometieron delitos tanto el “sindicato” UGT de Asturias como su fundación IFES, que es la que creó UGT para impartir formación subvencionada en toda España. ¿Qué delitos y cómo los cometían? Pasen y vean, la función va a comenzar.

La sentencia previa de 2021, ahora ratificada, considera demostrado que hubo delito de fraude de subvenciones previsto y penado en el artículo 308.2 del Código Penal. Considera probado un “sistemático desvío de parte de los fondos públicos recibidos vía subvención tanto por el sindicato como por IFES, respecto a los fines para los que les fueron concedidos”. Es decir que UGT y el IFES desviaban fondos públicos de las subvenciones del SEPE destinadas a cursos de formación para beneficiarse económicamente. Usaban “diversos subterfugios” para inflar “ficticiamente” el precio de los locales y equipos respecto al precio real de mercado, ocultando que los costes reales de la formación eran inferiores. De esta forma se justificaban subvenciones superiores a las necesarias en beneficio del “sindicato”. En las subvenciones concedidas a UGT incluso metían como supuestos costes de formación los salarios y cotizaciones de personal contratado por UGT sin relación con la formación. La sentencia también impone una multa de 122.028€ al “sindicato” UGT de Asturias y lo castiga con la pérdida de subvenciones, ayudas públicas y beneficios fiscales por 4 años.

Diversos cargos y empleados de UGT de Asturias también han sido condenados a penas de multa y prisión. Las multas oscilan entre 353.365€ y 786.550€ cada uno y las penas de prisión entre los 18 meses y los 3 años y 8 meses. En total, las condenas suman más de 3.600.000€ en multas y más de 938.000€ en indemnizaciones por daños al Principado de Asturias.

UGT ha anunciado que recurrirá ante el Tribunal Supremo.

Lo más ilustrativo es contemplar la falta de cobertura y difusión de esta noticia en las televisiones nacionales. ¿Qué hubiera pasado si el condenado por fraude hubiera sido un partido político como el PSOE, Podemos, Vox o incluso el PP? Por no suponer que el condenado hubiera sido –vade retro- un partido independentista catalán. ¿Cuántas tertulias y tweets se habrían generado y se seguirían generando durante semanas, meses o incluso años? Hasta le habrían puesto nombre, como hicieron con el caso Gürtel o el caso de los ERE, para que los trabajadores no se perdieran al comentarlo en el bar y en la comunión del sobrino.

Pero por este tema han pasado de puntillas, por no decir que lo han tapado; no porque el condenado haya sido un sindicato, sino porque ha sido uno de los dos “sindicatos” favoritos de las grandes empresas: CC.OO. y UGT. Estas grandes empresas controlan los grandes medios de comunicación y a casi todos los contertulios que en ella participan, que son empleados o dirigentes de esos medios. ¿Cómo se van a meter con los “sindicatos” que les firman todos los ERE, todos los ERTE y todos los convenios colectivos como les place a esas empresas? Para algo estas empresas también “subvencionan” a estos “sindicatos” con miles de liberados. Una campaña contra ellos podría suponer que los trabajadores se buscaran sindicatos auténticos, que quizá les montaran huelgas e incluso pudieran impedir que CC.OO. y UGT tuvieran legitimidad para seguir firmando esos acuerdos sin el apoyo de los sindicatos verdaderos que consiguieran la representatividad suficiente en una gran empresa o incluso en un sector completo.