Los obreros machotes.

Todos los habéis visto y, si no, es que no os habéis fijado bien. Obreros de la construcción y de multitud de oficios y profesiones trabajando sin casco, sin arnés, sin máscaras protectoras… O conduciendo vehículos durante su jornada laboral saltándose las normas de tráfico que, según ellos, no les conviene respetar o son “para recaudar”. Siempre con la misma excusa: “es que estoy trabajando”.

Es cierto que algunas empresas no proporcionan a los trabajadores los equipos de protección necesarios. Pero pocas, porque las sanciones son muy fuertes e incluso pueden llegar a penas de prisión en caso de accidente muy grave. Pero también es cierto que son muchísimo más numerosos los obreros que sencillamente no quieren usar los medios de protección y, cuando los usan, es a regañadientes bajo amenaza de sanción o incluso despido. Eso lo sabe cualquiera que haya trabajado en una empresa en la que sean necesarios los medios de protección; e incluso basta con la simple experiencia vital para saberlo, aunque no se haya trabajado.

¿Quién es el “rider” o repartidor en moto, bici o patinete que te adelanta por la derecha, que se salta los semáforos, que hace slalom entre los coches, que se mete por dirección prohibida y que se sube por las aceras? Pues un obrero machote. ¿Quién es el obrero que hace una obra en una vivienda o edificio y no se pone ni casco ni mascarilla contra el polvo ni nada de nada? Pues un obrero machote, porque dentro no le ve nadie. ¿Quién es el repartidor que va por la autovía a 150, porque su furgoneta no le da para más, y jamás se pone el cinturón de seguridad? Un obrero machote. ¿Quién es el que se salta todas las protecciones químicas en fábricas y similares? Un obrero machote. Por no hablar de los que hacen todo esto, y más, después de desayunarse un carajillo de ron, almorzar con un par de cañas y meterse su piedrita de whisky y/o su chupito de orujo después de comer.

¿Y por qué lo hacen? Pues por machotes. Por la misma razón por la que miraban a ver quién era el niño de la clase que meaba más lejos. No han pasado de ahí, sino que solo han cambiado la magnitud comparada. Porque ponerse las medidas de protección es algo así como ser flojos. Por decirlo suavemente, porque por supuesto hay muchos que dicen que hacerlo es “de maricones”. Porque ellos son muy hombres, “controlan” y no les hace falta protección.

Son los mismos que miran mal a los otros obreros de la empresa que sí que quieren disponer y usar de los medios de protección obligatorios y/o necesarios y se los requieren a la empresa. Por supuesto, los mismos que miran mal a los otros obreros que usan su derecho a la reducción voluntaria de jornada o que demandan a la empresa por no tragar con lo mismo que ellos tragan. Los mismos que prefieren que no le suban el sueldo a nadie antes que a ellos se lo suban menos que a otros.

Ellos te lo resumen todo fácilmente: “tengo cojones”. Para ellos, tener cojones es ser un hombre lo bastante duro, como Bruslí y Clínisgud, para aguantar trabajar jornadas de 10 o 12 horas diarias 6 días a la semana y a pecho descubierto, como Tarzán y sin mariconadas de progres. Dicho a la inversa, para ellos no es tener cojones negarse a hacer todo eso, sino aceptarlo. Siempre “por el bien de mis hijos”, que es lo que te añaden todos en cuanto les discutes un poco. Para ellos, el bien de sus hijos es que su padre haga 20 horas extras ilegales cada semana y sin protección, en vez de negarse a hacerlo.

Siguiendo el mismo lenguaje de muchos de ellos, tendríamos que haber titulado este artículo de la siguiente forma: “los machotes de la clase media”. Porque, aún encima, este tipo de obreros machotes son de los que más habitualmente suelen negar ser obreros o clase trabajadora y se autodefinen como “clase media”. Es curiosísimo: te dice que es clase media uno que debe más de lo que tiene, que depende de hacer todos los días, sin quejarse, todo lo que le mande otro y le tiene que pedir permiso, con la gorra en la mano, para irse de vacaciones o llevar al niño al médico. Quizá no sea difícil imaginarse a qué partidos voten mayoritariamente los obreros machotes.

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