Razones oficiales del PP para votar contra la reducción de la jornada laboral.

Hace unos días explicamos las razones que Vox ha dado por escrito para votar contra el proyecto de ley de reducción y control de la jornada laboral, que se suponía que se iba a debatir el próximo día 22 en el Congreso. También dijimos que lo más probable era que el debate se retrasara al menos hasta septiembre. Pues bien, hoy os venimos a contar que ya es oficial ese retraso y aprovechamos para explicaros las razones que el PP también ha puesto por escrito para votar en contra del proyecto. Al igual que en el caso de Vox, os vais a poder reír un rato.

La justificación escrita (enmienda a la totalidad del proyecto) del PP comienza así: “consideramos que una medida de semejante calado no se puede aprobar al margen del diálogo social e invadiendo competencias de la negociación colectiva.”

Pero al PP se le olvida que en el año 2012 aprobó la peor reforma laboral que ha habido para los trabajadores también al margen del “diálogo social”. Tanto que a CC.OO. y UGT no les quedó más remedio que convocar eso que ellos entienden por huelga general (un día explicaremos en qué consiste realmente ese gigantesco paripé). Pero no solo la aprobaron sin “negociación colectiva” sino que además fue mediante real decreto con entrada en vigor al día siguiente. Nadie conoció lo que el PP iba a aprobar hasta que lo aprobó y el PP ni siquiera había anunciado una reforma laboral de tal calado dentro de su programa electoral de las elecciones de 2011. Además de que sencillamente es mentira que la jornada máxima sea una competencia de la negociación colectiva, porque el art.40 de la Constitución obliga a que los poderes públicos limiten la jornada laboral y el art.149 asigna al Estado la competencia exclusiva sobre la legislación laboral. Es que al PP le gustan unos artículos de la Constitución más que otros. Por ejemplo, el 128 no le gusta mucho, porque subordina toda la riqueza del país al interés general, permite reservar al sector público recursos o servicios esenciales y acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general. El PP dice ser constitucionalista, pero por lo visto lo es según para qué.

Lo más curioso e ilustrativo es que los que más estén defendiendo la “negociación colectiva” últimamente sean el PP y la patronal CEOE. Es muy simple: ellos quieren que el Gobierno no haga mejoras en los derechos de los trabajadores “por ley” porque saben de sobra que “por negociación colectiva”, o sea por convenio colectivo, no se harían esas mismas mejoras ni de coooooñaaa. Por algo y para algo financian a los “sindicatos” simulados CC.OO. y UGT con miles de liberados, locales y facturas por servicios. Muy especialmente a UGT, “sindicato” especializado en infiltrar a las empresas dentro de la representación de los trabajadores y con mayoría suficiente para firmar ellos solos los convenios sectoriales estatales más importantes. Por ejemplo, en el convenio de Mercadona, publicado hace poco más de un año, la jornada sigue siendo de 40 horas y porque sería ilegal poner más. A lo mejor hay trabajadores que no saben que Feijóo acudió invitado al último congreso de UGT y que posteriormente el “lider sindical” (no reírse) de UGT acudió invitado al último congreso del PP que ha sido hace pocos días. Cosa que no es muy sorprendente, teniendo en cuenta que dicho “lider sindical” (que no os riáis), en los tiempos en que echaron a Pedro Sánchez del PSOE por votar que no a la investidura de M.Rajoy, dijo que UGT no se metía en quién tenía que gobernar, que quería desvincularse del PSOE y que los votantes del PP estuvieran cómodos en UGT.

Sigue el texto del PP: “obligar por Ley a reducir la jornada sin tener en cuenta la situación de los sectores ni los márgenes de productividad, supondrá un incremento de costes laborales, pérdida de competitividad, congelación de salarios y menor creación de empleo.”

Nada que objetar. Por supuesto que reducir la jornada supondría un “incremento de costes laborales”. Es que sería precisamente para eso. Pero eso que el PP llama “costes laborales”, los trabajadores lo llaman “salario” o “sueldo”. Por supuesto que el objetivo del proyecto de ley es subir los sueldos indirectamente, trabajando menos tiempo por la misma retribución. Eso que el PP llama “márgenes de productividad” es lo que los trabajadores llaman “lo que se sacan las empresas de nuestro trabajo”. Por supuesto que el objetivo del proyecto es cambiar el reparto de la tarta de los beneficios, aumentando la parte de los trabajadores a costa de la parte de los empresarios. Pero ya no cuela el cuento de la “menor creación de empleo”, como se ha demostrado con las grandes subidas del salario mínimo de los últimos años, que son muy superiores a la subida salarial indirecta que supondría la reducción de la jornada. De hecho, el PP ya ni siquiera se atreve a vaticinar un aumento del desempleo, sino solo una “menor creación de empleo”; que sería indemostrable porque no se podrían comparar datos reales con datos supuestos. Sin olvidar que eso que el PP llama “pérdida de competitividad”, los trabajadores lo llaman “lo que se trincan en B los empresaurios”.

Continúa la justificación del PP: “Tampoco hace distinciones entre unos y otros sectores, imponiendo su ley imprudentemente, con meros fines electoralistas y sin tener en cuenta que los distintos sectores y territorios presentan características diversas.”

Pero al PP se le olvida que la jornada máxima actual (40 horas semanales en promedio) tampoco hace distinciones y se aplica en todos los sectores y territorios. Precisamente por eso es la jornada máxima general o nacional, por llamarla de alguna forma. Al PP no le importa que la jornada máxima no distinga sectores ni territorios mientras que siga siendo de 40h, pero como baje a 37,5h entonces sí que le importa.

Lo que sí que es cierto es que la medida tiene fines electoralistas. O sea que el PSOE, Sumar y todos los que voten a favor del proyecto tienen la intención de que los trabajadores les voten gracias a que se aprueben medidas que les favorezcan. ¿Y qué? ¿Es que no se trata de eso? ¿No les han votado para eso? No es lo mismo comprar votos que ganarse votos.

Ahora llegamos a la verdadera razón de que el PP vaya a votar en contra del proyecto, que no es la reducción de la jornada sino la mejora de los controles de la jornada. Dice el PP: “El Proyecto de Ley, modifica la actual regulación del registro horario, cuya lícita función es la de controlar la jornada laboral real y así garantizar los pagos de horas extraordinarias. Incorpora una reforma sustancial, imponiendo un registro digital mucho más estricto e intervencionista y con unas sanciones desproporcionadas por incumplimiento.”

A ver, que parece que el PP se está liando un poco. ¿Está de acuerdo el PP en controlar la jornada o no? Si el control no tiene que ser estricto, intervencionista y sancionable, ¿cómo tendría que ser según el PP? ¿Quizá el PP quiera que el control de la jornada siga siendo como el actual? O sea, unas hojas de papel con datos falsos que los trabajadores tienen que firmar a no ser que quieran que los echen y sobre todo que la posible sanción sea siempre menor que lo que la empresa se haya sacado antes dejando de pagar las horas extras ilegales. Pero no es eso lo que quiere el PP. Lo que quiere el PP es que el control de la jornada deje de existir y, por tanto, que también dejen de existir las sanciones por incumplirlo. Son los hechos, no las declaraciones, los que demuestran que eso es lo que quiere el PP. Hecho nº1: cuando gobernaba el PP no existía la obligación del registro de jornada. Hecho nº2: tras perder el Gobierno, el PP votó en contra de la creación del sistema actual de registro de la jornada cuando llegó a su convalidación en el Congreso.

Más claro no puede estar.

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