Por qué UGT es el peor sindicato y el más amarillo de España.

UGT es el “sindicato” responsable directo del estado de precariedad, desprotección y explotación en el que están la mayoría de trabajadores en España. Hay otros sindicatos amarillos, pero UGT es el peor con diferencia por ser el único que tiene la capacidad legal de firmar a favor de las empresas y en contra de los intereses de los trabajadores los acuerdos colectivos (convenio, ERE, ERTE…) de la práctica totalidad de sectores y especialmente de los estatales. Te vamos a explicar cómo lo consiguen y qué obtienen a cambio.

UGT tiene esa capacidad porque tiene la mayoría en casi todos los convenios, especialmente en los de las empresas muy grandes que lo financian con miles de liberados y locales. Consiguen esa mayoría con el sencillísimo método de que los empresarios, jefes, jefecillos, “encargaos” y demás cabos chusqueros de esas empresas son los que se presentan a las elecciones sindicales por UGT o meten a su personal de confianza en la candidatura de UGT, dejando claro el mensaje de que votar a UGT es hacer méritos ante la empresa. Por eso es muy habitual que UGT gane las elecciones e incluso que ningún otro sindicato consiga presentar candidatura alternativa. UGT colabora en todo ello desde el momento en que no solo admite presentar a las elecciones a los mismos “encargaos”, sino que directamente los busca para que se presenten por UGT o ya se los busca la empresa sin que UGT se moleste en hacerlo.

La zorra o el zorro defendiendo a las gallinas. Los mismos que te ponen las horas extras ilegales, los mismos que te niegan las vacaciones o te las ponen de un día para otro por propia conveniencia, los mismos que te ponen horarios que no respetan el descanso semanal ni el descanso diario, los mismos que te niegan los nuevos permisos familiares, los mismos que te ponen una clasificación profesional en el contrato muy inferior a la correcta para pagarte menos, los mismos que te hacen contratos fijos discontinuos en fraude… Esos mismos “encargaos” son los que se supone que te representan y defienden tus intereses ante la empresa 😀😀😀. O ellos mismos o algún trabajador de su agrado que se conforme con algún favorcillo o trato especial. Con este procedimiento salen ganando las empresas porque consiguen seguir haciendo lo mismo de siempre pero respaldados por los representantes de UGT, pero UGT también consigue dos cosas:

En primer lugar, UGT consigue aumentar su representatividad de la que dependen los cientos de millones de euros que reciben en subvenciones. Si sumamos lo que sacan por las cuotas de afiliación, que la propia UGT dice que es mucho más dinero que el de las subvenciones, y lo que saquen por las facturas que cobren a empresas y/o particulares por sus servicios, nos encontramos con una enorme cantidad de dinero que daría para colocar a mucha gente. Daría para contratar al político o sindicalista que viniera rebotado porque no le hubieran colocado en las últimas elecciones o congreso. Daría para contratar al que llegara rebotado de su empresa porque le hubieran quitado la liberación o no hubiera salido elegido en las elecciones sindicales. Daría para contratar al liberado interino que suspendiera su oposición. Daría para colocar al delegado de otro sindicato que se cambiara a UGT a cambio de que le liberaran, incluso por dos empresas a la vez cobrando dos sueldos. Por supuesto, también daría para contratar al primo, al hijo o al cuñado de alguien. Sin olvidar que UGT oculta ilegalmente lo que cobran sus responsables.

En segundo lugar, UGT consigue la mayoría en las comisiones negociadoras de casi todos los convenios. En Laboro ya explicamos cómo se redactó la legislación laboral para este propósito. Conseguir la mayoría significa que la patronal solo necesita convencer a UGT para que le firme un convenio, un ERE o un ERTE a su gusto y a su medida. Mire usted por dónde, la realidad es que casi siempre consiguen convencer a UGT. ¿Cómo lo harán? No es una opinión, sino un hecho comprobable en el BOE que UGT ha firmado miles de convenios perjudiciales para los trabajadores a lo largo de los años. Basta comparar las subidas salariales pactadas con las subidas reales del IPC. Basta con buscar convenios en los que eliminaron el plus de antigüedad y/o el de horas extras. Basta con buscar convenios en los que eliminaron la cláusula de revisión salarial automática. Basta buscar convenios que llevan varios años caducados y luego los firman renunciando a las subidas salariales de años anteriores. Basta buscar convenios en los que han pactado gastos de teletrabajo de menos de un euro al día. Basta buscar convenios en los que han firmado salarios inferiores al salario mínimo. Basta con buscar convenios en los que han aumentado los límites de la distribución irregular de la jornada. Todas las sedes de bancos y cajas desaparecidas en los últimos años se han podido cerrar gracias a que UGT ha firmado los correspondientes ERE en los que han echado a miles de trabajadores y han dejado sin servicio bancario a muchísimos pueblos. UGT incluso firma convenios que son peores para los trabajadores que no tener convenio, porque usan los trucos de ponerles periodos de prueba muy largos (despido gratis) y preavisos de baja voluntaria más largos aún (pagar para irse de la empresa)... Como UGT tiene la mayoría en prácticamente todos esos convenios, el hecho indiscutible es que las medidas perjudiciales para los trabajadores no se hubieran podido aplicar si UGT no las hubiera firmado. Eso es UGT en una sola frase. Para eso están. Es cierto que el “sindicato” CC.OO. también firma muchos de esos convenios junto con UGT, pero no es menos cierto que los firma en minoría casi todos ellos; lo que quiere decir que si UGT fuera un verdadero sindicato no serían válidos esos convenios aunque CC.OO. los firmara. UGT no puede echarle la culpa a nadie. Al tener la mayoría resolutoria, UGT es el último, el único y el verdadero culpable de la firma de esos convenios.

Un sindicato amarillo es el que es creado o controlado por las empresas y responde a los intereses de estas antes que a los de los trabajadores. Lo define y legisla perfectamente la OIT cuando prohíbe: “las medidas que tiendan a fomentar la constitución de organizaciones de trabajadores dominadas por un empleador o una organización de empleadores, o a sostener económicamente, o en otra forma, organizaciones de trabajadores, con objeto de colocar estas organizaciones bajo el control de un empleador o de una organización de empleadores”. La Ley Orgánica de Libertad Sindical también prohíbe “los actos de injerencia consistentes en fomentar la constitución de sindicatos dominados o controlados por un empleador o una asociación empresarial, o en sostener económicamente o en otra forma sindicatos con el mismo propósito de control”. Por todo ello, está más claro que la sopa de un asilo concertado de Madrid que UGT es un sindicato amarillo. Seguramente que UGT no naciera como sindicato amarillo en 1886, pero eso ya nada importa ni queda nadie vivo para ratificarlo. Lo que importa es que desde 1977 es un hecho que las grandes empresas, y no tan grandes, colocan a sus peones en las candidaturas de UGT y además proporcionan a UGT miles de liberados y de locales, para ejercer el control y sostenimiento de UGT, que es la definición oficial de sindicato amarillo que prohíbe específicamente la OIT.