La verdadera "marca España".

Hay quien dice que la “marca España” o la imagen de España es el Real Madrid, la selección española, Zara, el Barça, los restaurantes con estrellas Michelin, el Santander, la familia Borbón, Repsol, Telefónica… En general, los que dicen que “llevan el nombre de España por todo el mundo” y se supone que demuestran que España es un gran país. ¿Pero esa es la verdadera “marca España” o acaso es otra muy diferente?

No es un indicativo favorable de las condiciones de vida ni de la "marca" o imagen de ciertos paises poco desarrollados el hecho de que tengan los mejores corredores de fondo del mundo, ni que en algunas ciudades tengan un enjambre de rascacielos con oficinas de varias multinacionales importantes, principalmente para eludir impuestos. Por el contrario, uno de los verdaderos distintivos de los países poco desarrollados es que sus trabajadores hacen jornadas interminables por un salario muy bajo, o incluso de miseria.

En Laboro creemos que la “marca España” es la jornada laboral de 12 horas y por eso hemos hecho el logotipo chapucerillo que podéis ver. Es su marca porque es lo que diferencia realmente a España de los otros países que se supone o dicen que están al mismo nivel de condiciones de vida que España. Lo importante no es que sean 12, 10, 14 o 18, sino el hecho de la imposición habitual de una jornada claramente superior a los límites legales, sea cual sea la cifra exacta. “Marca España” no solo porque es ilegal, sino sobre todo porque no es clandestina sino que está a la vista de todo el mundo, sin que pase nada. Por cada empresa sancionada habrá 10.000 sin sancionar. Por cada sanción por un caso en una empresa, habrá otros 100 casos sin sancionar en la misma empresa. Pasarse por el forro todas las leyes laborales, pagando las sanciones e indemnizaciones que les puedan caer, les sale mucho más rentable que cumplirlas. En España puedes publicar un anuncio de empleo con jornada de 12 horas, poniendo el nombre de la empresa, y no te pasa nada. En España hay hosteleros que han salido en la tele diciendo que un contrato de media jornada son 12 horas. En España, los empresarios del campo van todos los días a la misma hora al mismo sitio de la vía pública a “contratar” a los inmigrantes irregulares que necesiten para la jornada de sol a sol.

La jornadas extremadamente ilegales están extendidas en cualquier sector donde haya trabajadores “manuales”. Da igual dónde mires: en la hostelería, el campo, el mar, la construcción, el transporte… Si no 12, quizá sí 9 o 10 horas en muchas fábricas, comercios, bancos, aseguradoras... En general en empresas de cualquier tipo, porque también son habituales las jornadas ilegales de los trabajadores de mayor nivel justificadas en que “cobran mucho”, o eso se creen ellos.

Eso por no hablar de otra multitud de elementos que conforman la identidad nacional. En España, casi seguro que será un falso autónomo el operario que una empresa de reformas o reparaciones te mande a tu casa. En España, puedes montar un falso centro especial de empleo que realmente actúe como las otras ETT falsas, pero con el añadido de aprovecharse de los discapacitados para pagarles menos. En España, la indemnización por despedir a un trabajador de forma improcedente y sin preaviso puede ser muy inferior al descuento que le hicieran a ese mismo trabajador por dimitir sin preaviso el mismo día, gracias a que los "sindicatos" CC.OO. y UGT firman convenios con preavisos de dimisión de meses. En España, el trabajador solo le puede reclamar deudas a su empresa del último año, pero Hacienda y la SS le pueden reclamar deudas a la empresa de los últimos cuatro. En España, si eres readmitido en un empleo por despido nulo, te pueden descontar lo que hayas cobrado en otro empleo. En España, el SEPE incumple su obligación legal de demandar a las empresas que defraudan… Esta es la verdadera “marca España”.

Lo peor es el estruendoso silencio generalizado de los principales partidos políticos y medios de comunicación sobre este tema, que es uno de los principales problemas de España por no decir el mayor de todos. A veces salta a la actualidad un caso concreto, generalmente porque se viraliza algún vídeo de un trabajador contando lo mismo que les pasa todos los días a otros millones de trabajadores. Cuando eso sucede, siempre se trata como la excepción, siempre es un caso aislado, siempre es “un fallo del sistema”. Nunca falta el vividor listillo que dice que “me niego a creer que…” Claro que se niega, porque cobra por decir que se niega o por decir que es la excepción. Si dijera lo contrario, no cobraría.