Según los estudios anuales de opinión de Laboro, en el 2009 había un 7,8% de trabajadores que deseaban directamente que su empresa se hundiera. En el 2010 ese porcentaje prácticamente se ha duplicado, subiendo al 14%. No sólo eso, sino que el porcentaje de trabajadores que desean incondicionalmente que vaya bien su empresa o al menos mientras trabajen en ella, ha bajado del 83,5% al 68,5%. A continuación los datos:
Resultados 2010.
Resultados 2009.
No hace falta ser un genio de la sociología para darse cuenta de la principal razón. Las empresas hispánicas están afrontando la crisis recortando gastos de personal de la forma más fácil: metiendo horas extras sin pagarlas, aumentando jornadas, reduciendo salarios... Todo ello acompañado de abundantes amenazas de "despido objetivo que ahora es más fácil", cuando la realidad es que la mayoría de empresarios hispánicos no sabría enumerar 3 diferencias entre un despido objetivo y un cuarto de kilo de choped. Sobre el particular se recomienda la lectura del artículo
"El despido objetivo no va a ser tan fácil" publicado hace poco tiempo en Laboro.
Tampoco hace falta ningún estudio de opinión para darse cuenta de esto. Basta con hablar con la gente en los bares. Quien lo tenga que arreglar que lo arregle, pero es evidente que rebajando costes de despido y aumentando la edad de jubilación no se va a arreglar, sino todo lo contrario. Es curioso que pretendan aumentar la competitividad y la productividad tomando medidas que provocan que cada vez haya más trabajadores que odien a su empresa. No sólo a su empresa, sino a "las empresas" en general.
Por cierto, que ayer se publicó un estudio oficial del INE del 2010 según el cual "el 45,3% de los trabajadores que hacen horas extras no las cobra". No está mal que el INE descubra el agua caliente. El estudio de Laboro que se publicó el 2 de enero de 2011 ofrece prácticamente los mismos resultados en la pregunta nº4 del mismo: un 47,4%, resultado de sumar el 26,7% de trabajadores que a veces hacen horas extras gratis con el 20,7% de trabajadores que las hacen todas las semanas.
Pues nada, nada... que se hundan, pero con ellas sus trabajadores.
ResponderEliminarEs de suponer que los trabajadores que quieren que se hunda su empresa ya lo habrán tenido en cuenta, campeón, y habrán llegado a la conclusión de que no son ellos los que más tienen que perder e incluso en muchísimas ocasiones no tendrán NADA que perder.
ResponderEliminarQué fue antes el huevo o la gallina?. En este pais parece que los trabajadores tengamos que decir: si amo, gracias por darme la oportunidad de trabajar por ti, sin ti me moriría de hambre. Ya es hora que entendamos que no hay empresa sin trabajadores, que se trata de una relación simbiótica. Por lo tanto, si yo como trabajador me estoy viendo abocado a la precariedad y pobreza, pues que se hunda la empresa. Existe un auténtico chantaje moral por parte de muchas empresas, actuando de idéntica forma que el sector financiero. Se están aprovechando de la situación para ganar terreno y salir fortalecida de esta crísis. No obstante, es como el pez que se muerde la cola: ante una situación de precariedad laboral y paro generalizado se produce una disminución del poder adquisitivo y por lo tanto del consumo. ¿A quién van a vender su producción las empresas?. Tendríamos que tener como asignatura en los planes de estudio El Capital de Marx. Posiblemente con una educación de base la sociedad tomaría otro cariz.
ResponderEliminarlo que no entenderé nunca es porque las empresas exprimen al trabajador, yo creo que lo mas facil sería tenerle contento y que eso se reflejaría en su productividad.
ResponderEliminarSe nos ha echado en cara a los trabajadores que la crisis y los malos numeros de las empresas son culpa nuestra, pero solo hay que ver la organización del 90% de las empresas, para darse cuenta que ellas solas han quemado al trabajador y este en vez de dar el 120% ha dado el 100% que no esta mal pero ellos quieren mas y pagar menos. Lo que quieren son esclavos soldaditos del si guana a un tio que muchas veces tiene menos preparacion, menos educacion que tu.
ResponderEliminarQue se hunda mi empresa explotadora yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
ResponderEliminarEsto es un ejemplo de la desafección entre la empresa y el trabajador como consecuencia de las condiciones laborales, próximas a la explotación, que sufren.¡ Supongo que dirán de perdidos al río!
ResponderEliminarEsto es lo que pasa cuando los mandos no han leido un libro de gestión en su vida.
ResponderEliminarAlgunos yo creo que no han leido ni de gestión ni de otro género...
ResponderEliminarSi las empresas en las épocas de bonanza respetaran los derechos de sus empleados en vez de exprimirles cada vez más, y los trataran como a personas, seguramente contarían en las crisis con el apoyo de sus trabajadores, que estarían dispuestos a hacer un esfuerzo coyuntural por la continuidad de todos.
ResponderEliminarLa realidad, en cambio, ya sabemos cuál es, que nos importa un rábano si la empresa se hunde o sigue, porque en cualquier caso continuaremos haciendo once horas (tres de ellas sin cobrar), cambiando turnos a discreción del empresario o del jefe sueco (de estocolmo) y dando las gracias por irnos de vacaciones.
Es tristísimo que en España, que es lo único que conozco, la relación laboral esté basada en el miedo. Como dice el Loco: "y aún quieren de mí que les quiera".
Yo estoy hasta los cojones de la mia
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