Cuando los sindicalistas y “sindicalistos” te dicen que la empresa es libre de hacer lo que quiera.

Son numerosísimas las ocasiones en que un trabajador va "a preguntar" a un sindicato sobre el tipo de contrato, cambio de condiciones de trabajo, cambio de funciones, ascenso, teletrabajo, rebaja de la mejora voluntaria, etc. y le dicen que la empresa tiene total libertad para hacer lo que estime conveniente en ese tipo de temas. En los despachos sindicales hay enteraos capaces de decir eso con pasmosa facilidad tras un “análisis” de 3 segundos y sin leer o prestar atención a ningún documento. Casos así ya los relataron los propios trabajadores en nuestra sección "cuenta tu caso".

Como es evidente y ya explicamos en Laboro, el empresaurio siempre “puede” hacer lo que quiera por el principio de que el movimiento se demuestra andando. Que lo que hiciera fuera ilegal no le impediría hacerlo, sino que solo supondría que el trabajador tendría un plazo para presentar demanda para impugnar judicialmente lo que hubiera hecho. Pero en este artículo no estamos hablando de eso, ni tampoco está hablando de eso el sindicalista (el que no cobra del sindicato) o “sindicalisto” (el que sí que cobra del sindicato sin que lo sepan sus afiliados) que te diga que la empresa puede hacer totalmente lo que quiera en la organización del trabajo.

Tampoco nos estamos refiriendo a los casos en los que sea evidentemente ilegal lo que haga la empresa. Ningún sindicalista y ni siquiera un “sindicalisto” te van a decir que sea legal hacer horas extras sin cobrarlas ni compensarlas, o pagarte un salario inferior al del convenio correcto, despedirte por estar embarazada o despedirte por haber denunciado a la empresa ante Inspección de Trabajo.

Nos estamos refiriendo a los casos en los que el sindicalista o “sindicalisto” te dice que la empresa puede escoger libremente tu contrato de trabajo, tu horario, tu jornada, tus funciones, bajarte sin explicaciones la mejora voluntaria de tu nómina porque es voluntaria, etc. En resumen, cuando te dicen que la empresa puede hacer lo que quiera mientras que sea legal. La excusa favorita para decirlo es que “lo permite la reforma laboral” del PP. Qué bien que les vino la reforma laboral del PP a algunos para quitarse trabajo de encima pero seguir cobrando del sindicato sin que lo sepan los afiliados.

Como es estaréis imaginando, ninguna empresa ni empresaurio tiene algo así como completo libre albedrío para hacer absolutamente lo que quiera mientras que sea “legal”. Que la jornada máxima sea de X horas según tu convenio no quiere decir que la empresa te pueda cambiar arbitrariamente el horario a cualquiera que respete ese límite. Que los contratos temporales sean legales no quiere decir que la empresa puede escoger libremente entre contrato temporal o indefinido. Que la empresa pague los salarios no quiere decir que te pueda bajar arbitrariamente la parte de tu salario que esté por encima de convenio. Que el chiringuito sea de Manolo no quiere decir que pueda asignarle cualquier función a cualquier trabajador mientras le siga pagando el sueldo. ¿Y por qué no puede hacer esas cosas una empresa si es “legal”? Pues muy sencillo: porque no es legal. El Estatuto de los Trabajadores y el resto de la legislación laboral tienen unas normas específicas sobre las funciones de los trabajadores, el lugar de trabajo, los cambios de condiciones de trabajo, los ascensos y especialmente sobre los tipos de contrato. En general:

• Los traslados definitivos con cambio de domicilio exigen justificación y preaviso y generan derecho a la extinción voluntaria indemnizada. Si el traslado es colectivo se exige negociarlo con los representantes de los trabajadores.
• Los cambios de funciones solo son libres dentro del mismo grupo del convenio, no de la empresa, y pagando las diferencias salariales que procedan desde el primer minuto. Hacer funciones superiores durante un tiempo genera derecho a consolidar el ascenso, a no ser que el convenio diga lo contrario.
• Quitar el teletrabajo no es libre decisión de la empresa en todos los casos.
• Los cambios sustanciales de condiciones, incluyendo las rebajas de las mejoras voluntarias de la nómina, exigen justificación y preaviso y generan derecho a la extinción voluntaria indemnizada. Si el cambio es colectivo se exige negociarlo con los representantes de los trabajadores.
• Solo se puede hacer contrato temporal cuando se cumplen unos requisitos. En caso contrario, el contrato equivale a indefinido desde el primer día.
• Las vacaciones son siempre en fecha de común acuerdo según lo que diga el convenio.

Por tanto, simplemente es mentira lo que te hayan dicho de que la empresa pueda hacer lo que quiera y como quiera en casos como los citados. O es mentira o bien quien te lo haya dicho no tiene ni la más mínima idea de lo habla. Una de las dos cosas tiene que ser. Que no tenga ni idea no cabe descartarlo en absoluto; porque son numerosos los enteraos que como mucho se han leído su convenio solo en la parte del sueldo y de los permisos retribuidos, pero no otros convenios ni menos aún el ET ni otras leyes, que son muy largas y no tienen dibujos. Por ejemplo, son numerosos los enteraos que siguen diciendo que la empresa escoge libremente la mitad de las vacaciones y el trabajador la otra mitad, o los que dicen que no se pueden usar grabaciones ocultas como pruebas contra la empresa. Los “sindicalistos” pueden decir la burrada que quieran, porque su sueldo no depende ni de informar bien ni del bienestar laboral de sus afiliados sino de generar ingresos al sindicato haciendo afiliación y elecciones sindicales.

Sin olvidar que si te dicen que todo es legal, entonces no hay que demandar. Poniendo menos demandas, un “sindicato” se gasta menos en abogados y le queda más dinero para pagar sueldos de “sindicalistos” enteraos como el que te diga que la empresa puede escoger la mitad de las vacaciones. Sobre todo si fuera un caso colectivo; porque si el “sindicalisto” supiera y te dijera que tu cambio exigiera negociación con el comité de empresa por ser colectivo, entonces puede que le tocara a él encargarse de esa negociación. Eso podría implicar varias reuniones fuera de su horario normal de “trabajo”, tener que ir a la empresa que estuviera a no sé cuántos kilómetros… uf, vaya rollo cuando sin hacerlo cobraría igual.