Se cumplen 11 años de la reforma laboral del PP: en qué consistía y para qué se hizo, parte 1 de 2.

La reforma laboral del PP, aprobada inicialmente por decreto, se convalidó y amplió después aprobando la Ley 3/12 de 6 de julio, hace hoy 11 años. Como el PP la reivindica como buena, vamos a resumir qué era y qué no era esa reforma, porque hay millones de trabajadores que no recuerdan o nunca han sabido quién hizo una cosa y quién hizo otra.

El objetivo fundamental de la reforma laboral del PP fue que las empresas pudieran bajar legalmente los salarios de los trabajadores, y así pudieran bajar también las cotizaciones a la SS, porque son un porcentaje del salario. ¿Cómo lo sabemos? Porque en primer lugar lo demuestran los hechos consumados, ya que hay muchísimos trabajadores a los que efectivamente les bajaron el sueldo a consecuencia de las medidas legales que contenía la reforma laboral del PP. Sin esa reforma no les habrían podido bajar el sueldo legalmente a muchos de ellos. En segundo lugar, porque todas las modificaciones técnicas legales que esa reforma introdujo en el Estatuto de los Trabajadores servían directamente para la rebaja salarial o conducían a situaciones que permitían la rebaja salarial, como vanos a demostrar en este artículo.

¿Cómo consiguió su objetivo el PP? El problema era que los importes de los salarios siempre se han fijado legalmente de tres formas y cada una de ellas no puede ser inferior a la anterior:

  1. Por el salario mínimo interprofesional.
  2. Por el convenio colectivo sectorial o de empresa.
  3. Por el contrato individual de trabajo.

Es decir que tenemos y siempre hemos tenido 3 tipos de trabajadores en lo que respecta a dónde pone lo que tienen que cobrar. Los trabajadores más afortunados, o los que más se hacen valer a sí mismos porque si no nadie lo hará por ellos, cobran más de lo que dice su convenio porque así lo pone en el contrato que han negociado individualmente. Pero la gran mayoría de trabajadores cobran o deberían cobrar lo que dice su convenio, que no puede ser menos que el salario mínimo. Sin olvidar que hay muchos trabajadores que cobran el salario mínimo porque, o bien no tienen convenio, o bien tienen un convenio firmado por CC.OO. y UGT con salarios iguales al mínimo o incluso inferiores al mínimo, como demostraremos la semana que viene en Laboro (puedes suscribirte gratis para recibir los artículos que se publiquen). El objetivo del PP era que se pudieran bajar los salario de los 3 tipos de trabajadores.

El salario mínimo no fue ningún problema para el PP, porque lo fija el gobierno cada año mediante un real decreto. Dicho y hecho: el 30/12/11, el nuevo gobierno del PP aprobó el decreto de congelación del salario mínimo de 2012, que quedó en los mismos 641€ de 2011. Sí, es exactamente eso: hace muy poco tiempo que el salario mínimo en España no solo era de 641€, sino que además el PP tardó apenas un mes en congelarlo. Este es un dato incontestable y que ilustra claramente cuáles han sido siempre las intenciones del PP respecto a los trabajadores. El PP ganó las elecciones el 20/11/11, la nueva ministra de trabajo Fátima Báñez tomó posesión de su cargo el 22/12/11 y el decreto de congelación del salario mínimo de 2012 lo firmó esa ministra solo 8 días después, el 30/12/11. Entre las elecciones y la congelación del salario mínimo solo pasó un mes y 10 días, entre los que estaban las vacaciones y celebraciones de la navidad de 2011.

Pero otra cosa era conseguir bajar los salarios de los convenios colectivos. Recordemos que hay convenios de empresa y convenios sectoriales. Los de empresa los firman los reales o supuestos representantes de los trabajadores en la empresa, mientras que los sectoriales (comercio, metal, banca…) los firman los sindicatos. Los “sindicatos” CC.OO. y UGT te pueden firmar fácilmente un convenio sectorial con bajada encubierta de salarios, dejando el convenio unos años sin renovar y luego firmando un nuevo convenio renunciando a las subidas de los años anteriores, con lo que se pierde la diferencia con la subida del IPC en esos años. Eso lo han hecho y lo siguen haciendo muchísimas veces, entre ellas en el último acuerdo general con la CEOE. Pero lo que no van a hacer CC.OO. y UGT es firmar un convenio en el que textualmente se bajen los salarios porque lo diga el gobierno, es decir que quien cobre 1.500€ pase a cobrar 1.200€. Ni el gobierno quería ni le interesaba que lo hicieran, porque entonces los trabajadores abandonarían a CC.OO. y UGT y se buscarían sindicatos verdaderos. Con CC.OO. y sobre todo con UGT viven estupendamente todos los gobiernos y todas las patronales.

La forma que encontró el nuevo gobierno del PP para bajar los salarios de los convenios fue darle prioridad legal en materia salarial al convenio de empresa sobre el convenio sectorial. Antes de la reforma laboral del PP, la prioridad era del convenio sectorial. Por ejemplo, supongamos que el salario de un dependiente de comercio fuera de 1.500€ en su convenio provincial de comercio pero solo de 650€ en el convenio de su empresa. Antes de la reforma laboral del PP, al dependiente le tenían que pagar 1.500€, pero después de la reforma laboral del PP solo le tenían que pagar 650€. La clave está en que el convenio sectorial solo lo pueden firmar los sindicatos y no te van a firmar un convenio de comercio bajando el salario de 1.500€ a 650€. Pero el convenio de empresa lo firman los representantes de los trabajadores de la empresa elegidos en elecciones sindicales; o sea que lo firman unas personas que son trabajadores de la empresa al fin y al cabo.

La intención del PP era que las empresas les pudieran decir a estos trabajadores que o firmaban el convenio de empresa con las bajadas de salarios o a la p... calle, o cuidao que cierro la empresa, o cuidao que os cambio el horario, o cuidao que os traslado a Soria… Lo de siempre y conocido por todos los trabajadores, a los que ni siquiera el PP les va a engañar respecto a cómo las gastan los empresaurios hispánicos. Dicho y hecho: en nuestro servicio profesional de consultas de trabajadores conocimos muchos casos en los que incluso la empresa llegó a organizar elecciones sindicales, cosa que siempre había impedido, para poder firmarse un convenio de empresa con los “representantes” designados previamente por la misma empresa (quien se presente en otra candidatura, a la p... calle). Convenios de empresa en los que curiosamente los trabajadores estuvieron de acuerdo en ponerse solo el salario mínimo, que a su vez decidía cada año el gobierno del PP. Convenios de empresa , “negociados” en un par de días y curiosamente con muchos años de duración, cuando lo habitual es que sean dos o tres como mucho. Otro dato muy ilustrativo es que estos convenios de empresa con rebaja salarial descarada fueron especialmente “populares” en las empresas de seguridad, uno de los sectores que más apoyan a Vox junto con el campo y la hostelería; que también curiosamente son los que más explotan a sus trabajadores, como demostramos en Laboro con datos oficiales. Algunos de esos convenios de empresa llegaron a los tribunales y fueron anulados en sentencias que todo verdadero profesional conoce, por fraude de ley evidente o por razones técnicas. Lo malo es que la mayoría de los convenios de este tipo siguieron adelante por la sencilla razón de que nunca fueron impugnados. ¿El que te firma un convenio de empresa perjudicial porque si no le echan te va a impugnar judicialmente ese mismo convenio? Pues claro que no, como sabía el PP de sobra.

También fue sencillo para el PP conseguir bajar los salarios de los trabajadores que cobraban por encima de convenio y del salario mínimo. En el Estatuto de los Trabajadores siempre ha existido la posibilidad de lo que se conoce como modificación sustancial de las condiciones de trabajo, que antes de la reforma laboral del PP permitía que las empresas cambiaran unilateralmente, por razones justificadas, las condiciones pactadas de horario de trabajo, turnos, sistema de trabajo, etc. Lo que hizo el PP fue añadir la cuantía salarial a las condiciones de trabajo que podían ser modificadas unilateralmente por la empresa, aunque solo por razones demostrables y justificadas. ¿Que tú cobras mucho porque lo dice tu contrato que la empresa firmó? Pues no pasa nada, la empresa te lo baja unilateralmente cuando pueda.

En conclusión: el PP tocó todos los palos para no dejar ningún cabo suelto que impidiera que la empresa que se lo propusiera bajara los salarios de sus trabajadores. Señor empresario, el salario mínimo ya te lo bajamos nosotros y ahora tú verás cómo consigues que los trabajadores te firmen un convenio de empresa con el salario mínimo y además te dejamos que les bajes el salario a los que cobren por encima de convenio. Así se las ponían a Fernando Uvedospalitos.

Afortunadamente, las cosas ya no son como las dejó el PP en 2018, año de la moción de censura contra M.Rajoy. El salario mínimo no solo es ya de 1.080€ en 2023 sino que partió de los 735,90€ de 2018, lo que supone una subida acumulada del 47% en apenas 5 años. Pero, sobre todo, la reforma laboral del PSOE+UP de diciembre de 2021 recuperó la prioridad del convenio sectorial sobre el convenio de empresa, por lo que al camarero del ejemplo anterior le tienen que volver a pagar 1.500€, entre otros muchos efectos legales y prácticos positivos de la reforma laboral del PSOE+UP.

No se ha eliminado la parte de la reforma del PP que permite la rebaja salarial unilateral, por razones justificadas, de los trabajadores que cobren por encima del convenio. Pero la economía y probablemente la pandemia de COVID nos ha llevado a una situación que nunca antes se había producido, que es la de que las empresas tienen muchas dificultades en encontrar trabajadores para los puestos "malos" y se les van a la competencia para cobrar más los de los puestos "buenos". Por lo que actualmente pocas empresas pueden permitirse el lujo de bajarle el sueldo a los que más cobren. No solo porque tendrían que probar las razones que justificaran la rebaja si el trabajador presentara demanda por modificación sustancial, sino sobre todo porque el trabajador tendría derecho a irse cobrando indemnización y paro si la rebaja le perjudicara, aunque estuviera justificada; por lo que a la empresa le saldría el tiro por la culata. Sin perjuicio de que hay que conseguir eliminar también esta parte de la reforma del PP. Dejamos a nuestros avezados lectores deducir qué pueden hacer para ayudar a conseguirlo y qué pueden hacer para que no solo no se consiga sino que se vaya por el camino contrario.

Estos son los hechos de lo que fue la reforma laboral del PP y en algunos aspectos sigue siendo. Probablemente la próxima semana publicaremos en Laboro la segunda y última parte de este resumen, que será tanto o más sabrosa que esta primera parte.

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