Precauciones al cambiar de trabajo.

Hay quien dice que la tarea más importante que todo trabajador tiene que hacer en su empleo actual es ir buscando el siguiente empleo sin esperar al despido o fin de contrato temporal. Esta forma de proceder quizá no sería la que más le conviniera a la empresa, pero sería difícil negar que sí que sería la que más podría convenir al trabajador. En muchos casos puede que fuera la única forma o al menos la más plausible para mejorar sus condiciones laborales, tanto las económicas como las de conciliación familiar. ¿Acaso la empresa no piensa en su futuro por encima del futuro del trabajador? ¿Acaso no dicen que la competencia es sana y que gane el mejor? Pues a ver quién puede impedirle al trabajador que se aplique el cuento a sí mismo.

Los problemas podrían surgir cuando el trabajador creyera haber encontrado ese nuevo empleo que mejorara su empleo actual y presentara su dimisión (la popular y mal llamada "baja voluntaria"). Son muchos los casos que se han conocido en el servicio profesional de consultas laborales privadas de Laboro en los que el trabajador tuvo problemas al cambiar voluntariamente de empleo, al menos en principio, por no haber tomado las mínimas precauciones que pudieran ser necesarias. Los problemas más habituales podrían ser los siguientes:

  1. Que después de dimitir, la nueva empresa no te quisiera contratar o pretendiera que firmaras un contrato con condiciones mucho peores que las que pactaste verbalmente. En el 2º caso, la nueva empresa podría tener planeada la maniobra desde el principio. Por ejemplo, verbalmente te ofrecen 40.000€ anuales y jornada de 35h de lunes a viernes, tú aceptas y dimites; pero el día que tienes que empezar a trabajar, si no después, te ponen delante un contrato de 20.000€ con jornada de 40h de lunes a domingo. Con la idea de que si no lo firmaras probablemente no podrías volver a tu empleo anterior y tampoco tendrías paro porque habrías dimitido. Obviamente esto podría ser un delito de estafa.
  2. Que sí que firmaras un contrato con las condiciones pactadas verbalmente, pero cuando empezaras a trabajar te dijeran que las condiciones reales que tuvieras que cumplir fueran mucho peores. Esto es más habitual cuando la mejora que te hace cambiar de empleo no es salarial sino en la jornada. Por ejemplo, te ofrecen un salario parecido al actual pero una jornada mucho mejor, por ser de 35h de lunes a viernes, aceptas, dimites y el primer día te dicen que la jornada real es de 45h semanales de lunes a domingo diga lo que diga el contrato y que si no te gusta te echan, teniendo en cuenta que la indemnización sería diminuta por tu baja antigüedad. Igual que en el caso anterior, con toda la mala idea del mundo desde el principio.
  3. Que sí que se respetaran realmente las condiciones pactadas, pero luego el empleo fuera una p... mierda por otras razones. Porque te pagaran tarde, porque la empresa no vendiera una escoba, por gestión desastrosa, por malas relaciones con los nuevos jefes o compañeros... Al final probablemente te echarían en poco tiempo y te habrías quedado sin empleo. No habría posible delito de estafa como en los dos casos anteriores; pero tú te quedarías sin empleo igual y seguramente también con una indemnización menor de la que te hubiera correspondido en la empresa anterior.

Incluso es posible que se den todos los problemas a la vez. Es decir que el contrato escrito no respetara lo pactado verbalmente, aún así lo firmaras (qué remedio), luego las condiciones reales fueran aún peores que las escritas y encima el empleo nuevo fuera Catalina la Grande pinchá en un palo. Dice el refrán que más vale perro viejo conocido que nuevo por conocer o que más vale pájaro en mano que ciento volando. Pero respetando esos refranes estrictamente quizá tengas pocas oportunidades en tu vida para mejorar tus condiciones de trabajo. Seguramente la empresa no le va a ofrecer lo mismo al que no tiene trabajo y le quedan 2m de paro que al que sí que tiene un empleo aceptable en ese momento, sobre todo si es en la competencia. No hay que olvidar que cuando el Real Madrid fichó a Cristiano Ronaldo no solo fichó a un buen jugador sino que además le quitó un buen jugador al Manchester United.

Por ello, vamos a ver las que podrían ser unas precauciones mínimas para intentar reducir los posibles problemas descritos anteriormente. Como es obvio, en todo momento estaremos hablando de un supuesto de hecho de un buen profesional de un puesto que exigiera una formación real, por así decirlo, y que ya tuviera empleo. Es decir de un trabajador que una empresa quisiera "quitarle" a otra empresa. Ese fichaje se tendría que pagar más caro que un contrato cualquiera, por la misma razón que no costó lo mismo el fichaje de Figo por el Madrid que lo que costaría el fichaje de Marianito, que no tiene equipo, por el Arenas de Getxo. Esto ya lo saben los trabajadores de este tipo, pero suelen cometer el error de creer que su fichaje se paga solo con un salario más alto y/o con unas mejores condiciones de jornada. Si solo te ofrecieran eso, estarías expuesto a todos los problemas relatados anteriormente.

Podrías exigir que se firmara un precontrato u oferta vinculante de empleo indefinido con las condiciones que se hubieran pactado. La única razón lógica de negarse a hacerlo sería que tuvieran pensado metértela doblada de las formas 1 y/o 2 enumeradas anteriormente, o al menos que quisieran tener esa bala en la recámara. Esta precaución es obvia e incluso se podría calificar de imprescindible.

El siguiente peldaño podría ser exigir que la empresa te reconociera en el precontrato y a todos los efectos la misma antigüedad que en tu empresa anterior. Para que echarte les costara al menos lo mismo que si te echaran de tu empleo actual. Porque si no, estarías expuesto a que te la metieran doblada de las formas 2 y/o 3 del listado anterior por mucho que firmaras un precontrato.

Solo para los inmortales masters del universo, there can be only one, estaría el que pudiera ser el peldaño más alto de la escalera, que sería exigir que en el precontrato la empresa renunciara al periodo de prueba. Pero esto seguramente que ninguna empresa te lo quisiera aceptar porque después de todo aún no saben cómo funcionaría el tema si empezaras a trabajar. Otra cosa podría ser reducir este periodo de prueba lo máximo posible, por ejemplo a 15d o un par de meses como mucho, pero nunca los 6m disparatados que ponen en algunos convenios. Aunque si la empresa aceptara la firma del precontrato con reconocimiento de antigüedad previa, probablemente cabría suponer que no tuvieran "planes ocultos" y que pudieras aceptar el riesgo del periodo de prueba. Sin olvidar que el periodo de prueba es para las dos partes y quizá en el caso 3 del listado anterior a ti te podría interesar ejercerlo para marcharte sin preaviso.

Por supuesto cabe recordar que las grabaciones ocultas son admisibles y admitidas como prueba en las demandas laborales, aunque más de un vividor y/o ignorante siga diciendo lo contrario. Por lo que otra precaución podría ser grabar las reuniones en las que se formalizara la oferta que te hiciera abandonar tu empleo anterior.

Para finalizar, si decidieras dar el paso y dejar tu empleo actual podrías tener en cuenta que hay varias formas de irse de la empresa. La dimisión solo es una de ellas, pero hay otras, que podrían ser aplicables tanto si a tu jefe le gustaran como si no, dependiendo del caso particular.

Puedes suscribirte gratis para recibir por email los nuevos artículos que se publiquen sobre derechos de los trabajadores. Proporcionamos servcios profesionales de consultas laborales privadas y de redacción de denuncias ante Inspección de Trabajo, sin necesidad de decir en qué empresa trabajas. Dispones del libro "Tus Derechos en el Trabajo" , de otros libros y modelos y de la recopilación gratuita de "conocimientos básicos" para aprender a defenderte tú solo, sin obligación de pagar abogado.

Todos los artículos pubicados en Laboro son 100% originales. Son otros los que copian contenido e imitan el nombre.

18 comentarios: