Por qué no hay que darle el dinero a las empresas para que creen empleo.

Hace pocos meses se publicó en Laboro un artículo, especial para cuñaos, rebatiendo muy fácilmente los "argumentos" más típicos contra el nuevo ingreso mínimo vital (IMV). Pero nos dejamos para esta ocasión el rebatir el argumento cuñao más habitual y pretenciosamente demoledor: "el dinero hay que dárselo a las empresas para que creen empleo." Tú dices eso delante de un espejo cuando el reloj del castillo da las doce de la noche y se te aparece Bertín Osborne y te invita a una cena que ha hecho su mujer. En el caso del IMV este razonamiento se aplica concluyendo que no hay que darle dinero (el IMV) a los trabajadores que lo necesiten por su situación de pobreza económica sino que ese mismo dinero se lo tendrían que dar a "las empresas" para que pudieran contratar más fácilmente a esos mismos trabajadores. Por supuesto es el argumento favorito de los empresarios, de los empresaurios, de los liberales y de los voxtrencos.

Pero la realidad es que este argumento es incluso mucho más fácil de desmontar que los del articulo anterior (enlaces al final), porque ni siquiera hace falta aplicar una especie de método deductivo sino que es más que suficiente con examinar los abundantísimos precedentes históricos con el BOE en la mano. No hace falta cavilar en plan "lo que pasaría sería esto" sino que vale con saber que "lo que pasó antes por la vía de los hechos fue esto otro".

A las empresas ya llevan más de 40 años dándoles auténticas millonadas para que creen empleo. A veces directamente en forma de subvenciones; pero más habitualmente de forma indirecta mediante exenciones de impuestos, bonificaciones en las cotizaciones a la SS, rebajas en el coste de los despidos y reformas laborales que les permiten rebajar los salarios. Siempre con el supuesto objetivo de que ese dinero lo emplearan en crear puestos de trabajo. ¿Y qué ha pasado por la vía de los hechos? Pues que sencillamente ese dinero se lo han trincado las empresas y en general han "creado" el mismo empleo que hubieran creado igualmente si no les hubieran dado el dinero. Ejemplos múltiples:

  • Hace 40a el contrato en prácticas duraba como mucho un año y se cobraba lo mismo que en un contrato normal. En 1984 lo subieron a 3 años. En 1994 bajaron el salario al 60%/70%. Es decir que les dieron dinero (bajada de salarios) y durante más tiempo (subió la duración).
  • Hace 40a el contrato de formación era hasta los 18 años y cobrando lo mismo que en un contrato normal. En 1984 lo subieron a 20a. En 1994 bajaron el salario al 60%/70% y subió la edad a 25a. En 2011 subieron la edad a 30a. De nuevo lo mismo: dinero y más tiempo para cobrarlo.
  • Hace 40a había un plus de antigüedad obligatorio entre el 10% y el 60%, un plus de nocturnidad obligatorio del 25% y un plus de horas extras del 75%. Todos ellos fueron eliminados en 1994. De nuevo les dieron dinero.
  • Hace 40a el despido verbal y el despido estando de baja eran despidos nulos, es decir con readmisión obligatoria. Ambas cosas fueron también eliminadas en 1994. De nuevo les dieron dinero.
  • Hace 40a el despido objetivo solo era procedente por amortización de puesto, con derecho a readmisión obligatoria si se volviera a crear, preaviso de entre 1 y 3 meses y era despido nulo si no se pagaba la la indemnización o no se daba preaviso. En 1994 se añadieron las causas económicas, técnicas, organizativas y de producción, se eliminó la readmisión obligatoria por volver a crear el puesto y se redujo el preaviso a 30d. En 2010 se bajó el preaviso a 15d y se quitó que el despido fuera nulo por no pagar la indemnización. En 2012 se añadió la causa de bajada de ingresos aunque no haya pérdidas. De nuevo les dieron dinero porque el despido objetivo tiene una indemnización muy inferior al despido improcedente.
  • Desde el 2010 hasta el 2014, el FOGASA estuvo pagando el 40% de las indemnizaciones por despido objetivo a las empresas de menos de 25 trabajadores, que son casi todas. Ya más descarado imposible: ayuda económica directa para despedir.
  • Hace 40a el despido improcedente costaba una indemnización de 45d/año con tope de 42 mensualidades y pagar y cotizar los salarios de tramitación, que serían el sueldo completo del trabajador entre el despido y la fecha de la sentencia o acuerdo que lo reconociera como improcedente. Recordemos que el despido improcedente es el despido sin que haya ninguna causa válida para hacerlo. En 2002 se permitió que el empresario reconociera la improcedencia unilateralmente en la carta para no pagar los salarios de tramitación. En 2012 se bajó la indemnización a 33d/año con tope de 24 mensualidades y se eliminó el pago de salarios de tramitación, que ya solo se abonan y cotizan en los despidos nulos. De nuevo les dieron dinero directamente y más aún indirectamente porque al rebajar el coste del despido sin causa el trabajador deja de reclamar todos los demás derechos.
  • Hace 40a el salario por encima de convenio no se podía rebajar. Desde 2012 se puede rebajar hasta el salario de convenio. De nuevo, dinerito fresco.
  • Hace 40a todas las empresas tenían que aplicar el convenio del sector. En 2012 se dio preferencia al convenio de empresa para que los empleados de la empresa pudieran firmar, con "total libertad", un convenio con salarios inferiores. Más dinero para las empresas.

Todo ello se ha hecho supuestamente para crear puestos de trabajo. ¿Porque lo dice en Laboro? Pues no, porque lo dice en el BOE textualmente:

"La adaptación del marco institucional que regula el mercado de trabajo a las nuevas circunstancias de la economía española, tras la crisis económica del último decenio, constituye una necesidad imperiosa en orden a conseguir que las perspectivas de un crecimiento económico futuro, más sustancial que el de los últimos años, se traduzcan en la creación del mayor número de empleos posibles, objetivo fundamental y prioritario del programa del Gobierno. El objetivo central de estas modificaciones es dotar al marco legal de una mayor claridad y estabilidad para reducir la incertidumbre empresarial de las actuaciones que conducen a la creación de nuevos puestos de trabajo y en el necesario ajuste de la demanda a las características de la oferta de trabajo. Al mismo tiempo se persigue facilitar la inserción de jóvenes trabajadores y la vuelta de trabajadores desempleados a puestos de trabajo generados por el proceso productivo. La intensidad alcanzada por el paro juvenil aconseja perfeccionar las formas contractuales que permiten la integración progresiva de estos colectivos en el trabajo, a través de los contratos en prácticas y para la formación los contratos a tiempo parcial y la nueva figura del contrato de relevo. Todas ellas son formas ampliamente utilizadas en los países occidentales, en los que también se observa una situación de paro juvenil preocupante, como medio para que los jóvenes encuentren la posibilidad de una etapa de adaptación al trabajo a la salida del sistema educativo y para que se creen puestos de trabajo que les permitan familiarizarse con la vida laboral y completar su formación a través del trabajo. "

Claro, si el pobrecillo Subnorman se leyera ese texto del BOE en vez del Marca, pensaría que es verdad y que tienen razón. Subnorman está de acuerdo en que la crisis económica del último decenio ha sido muy grande y la ha agravado el tema del COVID-19, el objetivo es crear puestos de trabajo y para ello es lógico que bajen los sueldos y faciliten los despidos sobre todo para que las empresas contraten a los jóvenes y parados de larga duración. Si es que es verdá, que ya lo dice mi cuñao y to'l mundo en el bar.

Pero lo que no sabe Subnorman es que en Laboro somos muy amigos de las bromas y resulta que el texto anterior no es de este año, ni del año pasado. Ni siquiera es un texto de la reforma laboral de 2012 del PP. Ni siquiera es un texto de la reforma laboral de 1994 del PSOE. Es el texto de la exposición de motivos de la reforma de 1984 cuando aún jugaba Arconada. ¿A que mola? Es la prueba definitiva publicada en el BOE de que llevan 40 años con el mismo rollo.

Los efectos de estas reformas han sido obvios. A ver si no es cierto que hace 40 años un padre mantenía a su familia con su sueldo sin que su esposa trabajara y a día de hoy ya tienen su casa pagada desde hace años. Igualito que ahora, que hay veces que no llegan ni trabajando los dos y con suerte conseguirán terminar de pagar la casa más o menos cuando se jubilen. Porque no olvidemos que solo se puede entender como puesto de trabajo aquel que cumpla con el art.35 de la Constitución, es decir el que cumpla el derecho a "una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia". Las otros sitios a los que vas a que te jodan y a que te paguen algo no son puestos de trabajo sino que son otra cosa: puestos de explotación, trabajillos, ahistalapuertas o, en resumen, mierdas pinchás en un palo, pero no puestos de trabajo.

Además de que todas esas rebajas y facilidades se han dado a absolutamente todas las empresas y no solo a las pequeñitas. Que Subnorman se creerá que las hicieron para que el peluquero del pueblo contrate a su hija la que ha terminao FP, pero obviamente las hicieron para que cobres menos, curres más y no abras la boca en las grandes empresas. Además de la otra obviedad de que, por ejemplo, ahora cuesta menos despedir a todo el mundo, no solo a los jóvenes o a los parados de larga duración.

Por mucho que se repita una mentira no se transforma en verdad sino que se transforma en una mentira que repite Subnorman creyéndose que es verdad. La mentira es que las empresas creen empleo. No que lo creen gracias a tener ayudas sino que es mentira que las empresas creen empleo en general. El empleo lo crea la existencia previa de una demanda de un producto o servicio. Cuando existe la demanda es cuando una empresa contrata a fulanito para atenderla. Si no hay demanda, ninguna empresa contrata a nadie solo porque tenga rebajas o exenciones de cotizaciones o de impuestos o porque tenga que pagarle menos o porque le pueda echar más fácil. El empleo lo crea el consumo y las empresas sencillamente intentan derivar el consumo a su negocio en lucha contra la competencia que quiere hacer lo mismo. El consumo es el agua del río, el empresario es quien monta la acequia para llevarse el agua a su terreno y quien le dice a sus trabajadores que la empresa ha creado el agua. No solo es el consumo el que crea el empleo en vez de las empresas sino que el consumo es también quien crea las empresas. Dicho de otra forma, si la demanda existe, darle dinero a las empresas solo sirve para que la parte del pastel de esa demanda que se queda el empresario aumente a costa de disminuir la parte que se queda el trabajador, porque el empresario contratará al mismo nº de trabajadores que le hagan falta para atender a sus clientes, pero los trabajadores se llevarán menos y él se llevará más.

Por tanto, si te pones a pensar en un sistema de ayudas públicas tienes dos opciones. La primera opción es la de siempre: le das el dinero a las empresas en forma de bonificaciones, exenciones o reformas laborales a ver si con eso contratan trabajadores para que tengan un salario para consumir. Pero se ha demostrado con los hechos históricos que eso no es más que empezar la casa por el tejado utilizando a una especie de intermediario que de paso se llevará lo suyo y muchas veces también lo que no es suyo. La segunda opción es darle directamente dinero a los trabajadores desempleados y/o desfavorecidos en forma de paro, subsidios, IMV... o también en exenciones variadas de impuestos y tasas. Así esos trabajadores consumirán y el dinero acabará finalmente en manos de las empresas que tengan trabajadores para poder ofrecerles los servicios que pidan e incluso una parte importante del dinero volverá al Estado en forma de impuestos como el IVA. O sea que la segunda opción es sin intermediarios y con muchas menores posibilidades de fraudes. El nuevo ingreso mínimo vital es simplemente haber optado por la segunda opción a gran escala por primera vez, por lo que los intermediarios se cabrean. Haciendo las cosas de la forma de siempre, es el empresaurio intermediario el que escoge a quien contrata, cuándo lo echa, si hace trampa o si no hace trampa. De la otra forma es el trabajador quien escoge dónde se gasta el dinero, si ahorra una parte e incluso si hace trampa o si no hace trampa. No hay que olvidar a todos esos empresaurios y políticos que han sido pillados y condenados en los últimos años en temas incluso penales de fraude fiscal, apropiación indebida, cohecho, etc. etc. Lo que pasa es que seguro que hay muchísimos trabajadores de esos que no tienen ni para pagar la calefacción y la comida pero sí que tienen redes empresariales en Suiza, en las Islas Caimán y en Soria, pero la dictadura progre oculta los datos.

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