Igual que el empleado de banca te intenta vender un depósito a plazo, un plan de pensiones o un fondo de inversión, el “sindicalisto” pringao te intenta vender los dos principales productos para particulares de los “sindicatos”: la afiliación y las elecciones. Por la sencillísima razón de que eso es lo que le ordenan hacer y para lo que les contrataron, con el aún más sencillo objetivo de que entre dinero al “sindicato” para que el “supersindicalisto” que decidió contratarles siga cobrando sin hacer otra cosa que votar a quien le digan e ir a los bolos.
¿No habéis visto que en casi todos los emails, panfletos, carteles y otros documentos del “sindicato” hay un enlace, una dirección, un teléfono o incluso un código QR para que quien los lea se afilie y el “sindicato” le empiece a meter los recibos por el banco? Esa es la principal función de los “sindicalistos” pringaos: vender, vender y vender para que todos puedan seguir cobrando. Es así de simple.
“Hacer elecciones” consiste en buscar trabajadores ingenuos que se crean que CC.OO. o UGT les van a resolver sus problemas cuando tengan representantes de los trabajadores en su empresa, de forma que acepten que preavisen las elecciones y les presenten a ellos como candidatos. Da igual quiénes sean y cómo sean los candidatos, con tal de que acepten presentarse. Da igual que sean furibundos voxtrencos, los "encargaos" que putean a los trabajadores o incluso los familiares o amigos del empresaurio. El caso es que se presenten y se celebren las elecciones. ¿Por qué? Pues porque parte de las subvenciones que cobran los “sindicatos” dependen de su representatividad, que es la proporción de delegados que saquen en las elecciones. Ojito, porque hay “sindicalistos” pringaos que ya son un poco más expertos y usan el truco de que sean los propios empleados de la empresa los que le hagan su trabajo de las elecciones.
La función muy secundaria de los “sindicalistos” pringaos es atender las consultas y problemas de los trabajadores. Que oiga usted, que me han echado por quedarme embarazada, que oiga usted que me han cambiado el horario para joderme y que me vaya, que oiga usted que me han quitado el teletrabajo, que oiga usted que me han bajado el sueldo, que oiga usted que mi nómina está mal, que oiga usted que a ver cuándo me hacen fijo… Pero lo único que preocupa a los “supersindicalistos” -jefes de los pringaos- es que a los trabajadores que pregunten se les ofrezca la afiliación y/o las elecciones sindicales como la posible solución a todos sus problemas. Una vez afiliados y hechas las elecciones, a los “supersindicalistos” les importa entre poco y nada que se resuelvan los problemas concretos de los trabajadores; porque darles solución no solo no generaría ingresos al “sindicato”, sino que podría generarle gastos, ya que no es lo mismo que haga falta tener contratados a dos abogados que a siete.
Por eso suele suceder que los “sindicalistos” pringaos no tengan ni putísima idea de lo que hablan en relación a los derechos de los trabajadores a nivel básico Peppa Pig. Porque no les contrataron para eso ni se le pidieron conocimientos sobre eso para contratarles ni se les piden para mantener su contratación. Les contrataron para lo otro y eso lo puede hacer cualquiera. En el servicio de consultas laborales para trabajadores se han conocido casos verdaderamente espeluznantes de “sindicalistos” diciendo y hasta aconsejando cosas totalmente falsas, disparatadas e incluso perjudiciales para los trabajadores.

¿Y la negociación de los convenios colectivos, los ERE, los planes de igualdad...? En Laboro ya se explicó que en general es un cuento eso de que los “sindicatos” estén negociando el convenio. La negociación colectiva ocupa entre cero y casi nada del tiempo de la jornada anual de los “sindicalistos” pringaos y por supuesto cero total del tiempo de los “supersindicalistos”, porque estos no hacen ni eso. Los “supersindicalistos” simplemente decidirán qué pringaos irán a las reuniones de falsa “negociación” como miembros de la comisión supuestamente negociadora, siempre acompañados de los "asesores" para vigilarles. Después de un paripé convenientemente duradero, los “supersindicalistos” decidirán si se firma o no se firma el acuerdo en función de lo que la patronal de a cambio de ello.


No hay comentarios:
NO SE CONTESTAN las consultas laborales en los comentarios. Dichas consultas son un servicio profesional de pago y se hacen mediante el formulario de consulta laboral privada. Los auténticos comentarios siguen unas normas aconsejables. Puedes gestionar tus comentarios si tienes una cuenta en Google.