La verdadera razón por la que te niegan el teletrabajo o el contrato indefinido.

En el último artículo publicado en Laboro dijimos que la razón principal de que los empresaurios no quieran hacer contrato indefinido a los trabajadores es que no quieren beneficiarles. La misma razón por la que no quieren darles el teletrabajo, aunque sea perfectamente posible, ni menos aún una reducción voluntaria de jornada. Hoy vamos a desarrollar este tema.

Los empresaurios suelen defenderse de este tipo de acusaciones diciendo que ellos no fastidian a sus trabajadores por placer sino por razones objetivas. Razones objetivas que en muchos casos no existen y por eso son incapaces de dárselas a los trabajadores a los que niegan el contrato indefinido, el teletrabajo o lo que sea.

Pero ese "argumento" de defensa de los empresarios no funciona, porque no estamos hablando necesariamente de comportamientos misántropos o psicopáticos de los empresaurios. No estamos diciendo que a los trabajadores les nieguen el contrato indefinido o el teletrabajo por placer, sino que estamos hablando de la forma en la que los empresaurios hispánicos entienden la relación entre el “jefe” y el empleado.

El empresaurio no quiere hacer contrato indefinido al trabajador sencillamente porque es una ventaja para el trabajador que este tendría que “pagar” aparte según el empresaurio. Aunque no suponga realmente ninguna desventaja para la empresa e incluso aunque sea una ventaja a medio y largo plazo.

  • El contrato indefinido no limita el despido, abarata las cotizaciones, da acceso a bonificaciones, aumenta la vinculación del trabajador con la empresa… Incluso abarata los costes, porque para hacer contratos indefinidos no hace falta recurrir a los servicios de una ETT ni de una cárnica. Incluso las empresas que tengan bastante movimiento pueden prescindir de las “asesorías Pepe” y contratar laboralmente a un gestor para que se encargue de los asuntos fiscales, contables y laborales. Estimados empresarios, que sabemos que nos leéis: como gestor os vale cualquiera que haya trabajado en una asesoría Pepe. Incluso le podéis ofrecer el puesto al empleado de Pepe que siempre os lleva los asuntos y seguramente os sorprenderá lo fácil que será mejorar las condiciones laborales de Pepe. ¿Para qué pagarle a Pepe como intermediario?
  • El teletrabajo no limita las posibilidades de control de la actividad del trabajador mediante medios informáticos e incluso reduce los costes empresariales de electricidad, climatización y hasta de alojamiento. Una empresa con muchos empleados en teletrabajo necesita menos locales o incluso puede que llegue a no necesitar ningún local.

Pero la única neurona del empresaurio funciona en un único sentido: “lo que es bueno para el trabajador es malo para mí; si es bueno para el trabajador, lo tiene que pagar aparte; yo no estoy aquí para hacerle favores a nadie sino para sacar un beneficio”. El problema es lo que el empresaurio interpreta como beneficio que le saca a un trabajador. Para el verdadero empresario, el beneficio es la diferencia entre el fruto del trabajo del empleado y el salario+cotización que paga. Otra cosa es el beneficio que saca el empleado por trabajar, que el verdadero empresario no lo considera como problema de la empresa o incluso lo considera como una ventaja también para la empresa. Pero el empresaurio sí que considera el beneficio del trabajador como problema de la empresa, como si fuera un “gasto” más. El empresaurio interpreta que si el trabajador aumenta su beneficio, entonces se reduce el beneficio de la empresa. Dicho de otra forma: si el trabajador aumenta su beneficio, entonces la empresa lo tiene que aprovechar para pagarle menos, para meterle más horas, para meterle funciones superiores con el mismo salario o de cualquier otra forma o todo a la vez… y si la empresa no lo hace, se reduce el beneficio empresarial. Por eso el empresario hace contratos indefinidos, acepta el teletrabajo, las reducciones voluntarias de jornada… pero el empresaurio no.

Sin olvidar que también existe el empresaurio y/o encargao misántropo, psicópata o simplemente amargado de la vida. Para este empresaurio, la relación laboral se justifica en sacar un beneficio de los servicios del trabajador y en que este esté jodido. No necesariamente que le vaya a joder él como empresaurio o encargao, sino que esté jodido por el hecho de trabajar: que tenga que ir desde casa, jornada partida en vez de continua, que tenga menos tiempo para su vida personal... Sin esos inconvenientes, la relación laboral pierde casi todo su significado para este tipo de empresaurio o encargao. Para él, el trabajo es una cosa que tiene que joder y si el trabajador está contento es porque le está engañando. En muchos casos este comportamiento se deriva de que a ese empresaurio o encargao le jodieron a base de bien en etapas previas de su vida laboral, por lo que si ahora él no jodiera a sus empleados dejaría de cobrar esa deuda. En realidad no es nada más que un pringao, pero lleva tanto tiempo siendo un pringao que ha ascendido a empresaurio o a encargao por antigüedad en el escalafón sin méritos adicionales, como en el ejército.

Para finalizar, recordad que podéis demandar a la empresa sin obligación de contratar abogado. Por lo que a vosotros os da lo mismo que os nieguen lo que os corresponde por las buenas, ya que también lo podéis conseguir por las malas:

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