Los falsos ascensos.

Hoy vamos a hablar en Laboro del típico caso de que el empresaurio o el encargao te dicen que te van a ascender; pero de forma sorpresiva y sin que lo hayas pedido. Puede suceder que sea un ascenso real, que implique tanto mejora salarial como mejora en las funciones o trabajo a desarrollar. Pero en Españistán son también muy frecuentes los “falsos ascensos”, de los que vamos a hablar en este artículo.

Un falso ascenso no es ni más ni menos que un marrón. Es decir, una medida decidida unilateralmente por la empresa y perjudicial para ti, pero que la empresa pretende venderte como si fuera una ventaja, un favor, o una mejora. En Españistán hay muchísimos empresaurios y encargaos cuentistas, con años de experiencia en vender Vespinos que no arrancan como si fueran Ducatis llenas de cilindros molones. Si les venden la moto a sus clientes, que pagan, cómo no os la van a intentar vender a vosotros, que cobráis. Es muy frecuente que los trabajadores más jóvenes y/o con menor experiencia se traguen el cuento. Precisamente esa es una de las verdaderas e inconfesables razones por las que las empresas no quieren contratar trabajadores "viejos".

Un posible indicio, por no decir prueba directa, de que no fuera un ascenso sino un falso ascenso sería que lo plantearan como irrechazable. Te vienen a decir que la empresa ha decidido que desde el día X vas a pasar a ejercer el puesto tal. Pero ese planteamiento es contradictorio y sospechoso en la mayoría de los casos. Si fuera un ascenso verdadero y lleno de ventajas, lo querrían todos los empleados formados y con experiencia; por lo que no tendría mucho sentido obligar a uno concreto a “aceptarlo” contra su voluntad. No sería muy buena idea, porque podría provocar que se fuera a la competencia o que optara por trabajar mal buscando forzar un despido indemnizado. O sea que eso de los regalos obligatorios huele mal, porque si fuera un regalo no sería obligatorio y si fuera obligatorio no sería un regalo, en los casos más habituales.

Además de que sea "obligatorio", hay otros muchos posibles indicios de que se trate de un ascenso falso, de los que vamos a indicar algunos. Podéis ampliar la “lista” en los comentarios de este artículo, que para eso están:

  1. No tiene subida salarial. O es ridícula, o solo es una promesa verbal, o no está cuantificada exactamente, o depende de una supuesta evaluación posterior, o depende de unos supuestos objetivos indeterminados…
  2. Consiste en hacer todo o parte del trabajo que tendría que hacer quien te está haciendo la “oferta”. O sea que quien asciende realmente es él y tú le cubres el puesto a cambio de nada o de casi nada.
  3. Se trabaja mucho más. Incluso se exige una supuesta plena disponibilidad. Aunque cobres algo más en total, en realidad cobras menos por hora efectiva de trabajo.
  4. No supone dejar de hacer tus funciones anteriores. Simplemente te meten más funciones.
  5. No supone poner más personal bajo tu mando.
  6. El último trabajador que hacía antes esas funciones ya no está en la empresa, pero no te dicen por qué. Y el penúltimo, y el antepenúltimo…

Los trabajadores veteranos detectan los falsos ascensos o marrones nada más empezar la charla. Los jovencillos, o menos veteranos, se creen que si son buenos van a heredar la empresa. Las posibles dudas quizá se puedan disipar en la charla haciendo muchas preguntas y poniendo pegas o inconvenientes al supuesto ascenso. Si fuera un falso ascenso, el empresaurio macho de espalda plateada probablemente empezaría a golpearse el pecho y a romper las ramas de las plantas de alrededor, dejándote claro que no es una oferta sino una orden. Recordad que el empresaurio hispánico de pura raza es tan imbécil que se cree que no podéis hacer ni preguntas.

Lo que los trabajadores queréis saber es si puede rechazarse un falso ascenso o incluso un ascenso verdadero sin necesidad de presentar la dimisión. Pero no hay respuesta fija para esta pregunta, porque depende del caso particular. En algunos casos sí que se puede rechazar mediante una extinción voluntaria indemnizada (irse voluntariamente de la empresa pero cobrando indemnización y paro). En otros casos no se puede rechazar, pero sí que se puede presentar una demanda de reclamación de cantidad por diferencias salariales y/o por horas extras ilegales, sin obligación de contratar abogado. Incluso puede darse el caso de rechazar el ascenso en plan “no me da la gana y si no te gusta me despides, pero pagando”.

Lo que puedas hacer en tu caso dependerá de tu clasificación profesional (categoría) actual, de la clasificación profesional del nuevo puesto, del convenio colectivo y de si el cambio implicara también cambios de horarios o de otras condiciones de trabajo además de las funciones. Sobre todo teniendo en cuenta que también es posible, y muy frecuente, que todos los datos proporcionados por la empresa sean falsos, es decir que tu clasificación profesional actual no sea la que dice tu contrato, que la clasificación del nuevo puesto no sea la que te dicen e incluso que el convenio colectivo que te están aplicando no sea el obligatorio. Recordad que las empresas no puede escoger o “acogerse” al convenio que prefieran. Es muy habitual que se “equivoquen” de convenio para pagar menos y/o sencillamente porque su “Asesoría Pepe” no tenga ni p… idea de lo que hace.

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